Para estos niños se hace más dura la asistencia a la escuela o guardería tras un fin de semana, las vacaciones, si ha estado enfermito varios días o tras un acontecimiento especial en la familia, como la muerte de un familiar, una mudanza y cambio de escuela…
En ocasiones buscan excusas, en el caso de una amiga, su niña siempre le pide hacer caca cuando ya le ha puesto hasta la chaqueta, o fingen tener dolor de barriga, de garganta, etc., momentos antes de ir al colegio. Síntomas que desaparecen si se les permite quedarse en casa, pero que vuelven a aparecer a la mañana siguiente. Como padres, debemos comprender, que muy a nuestro pesar, es necesario que nuestro hijo asista a la escuela, de lo contrario podría desarrollar problemas sociales o escolares. Claro, que hay días en los que si mamá o papá están en casa y todavía va a la guardería, puede quedarse, pero hay que aprovecharlo para que siga realizando actividades y no tomarlo como costumbre.
Los especialistas dan consejos que pueden ser útiles, por ejemplo, no prolongar la despedida, un besito y un hasta luego es suficiente, también puede ir acompañado algún día de otra persona, de los abuelos por ejemplo. No nos debemos mostrar preocupados, que el niño vea que estamos tranquilos y no aprovechar para desaparecer en un momento de despiste de nuestro hijo, esto le desconcertaría. Ser siempre puntual a la hora de recogerlo colegio le hará sentirse más seguro.
Si notas que su miedo a ir al colegio es pasajero, no te preocupes mucho, pasará con el tiempo, pero si lo que el niño tiene es verdadero temor, no dudes en consultar con el especialista, puede estar escondiendo un problema que si no se soluciona lo arrastrará consigo.
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