Salir a la pizarra se puede convertir en un verdadero entretenimiento educativo. Se asemejará a una gran pantalla de ordenador con un puntero adecuado para seleccionar las herramientas que se encontrarán en un lado, colorear, borrar o escribir entre otras funciones. La pizarra es un diseño americano y está especialmente pensada para que aguante el trato diario infantil, además, cuando se apaga es posible usarla como una pizarra normal, con rotuladores de escritura borrable, lo que permitirá que continúen las clases aunque se vaya la luz. La pena es que sólo proveerán una pizarra para cada colegio, si tan importante es la enseñanza y tan buenos resultados puede proporcionar dicha pizarra, entonces ¿por qué no una en cada clase?, sencillo, cada una cuesta 3.000 euros, sin duda una gran inversión.
No ha de pasar mucho tiempo hasta que finalmente se instauren en todos los colegios españoles, si realmente es una herramienta más eficaz para el aprendizaje.
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