Podríamos definir Bamboleo como un juego de habilidad, que además ayuda a trabajar la motricidad fina y el razonamiento; está dirigido a mayores de seis años, pero quienes de verdad disfrutaran son todos aquellos niños que tengan a partir de nueve años, y (claro está los adultos). Es apto para grupos de dos a siete jugadores
El fabricante de este divertido juego es Zoch (marca alemana), y lo podéis comprar en Zacatrus (empresa de la que ya hemos hablado en este blog) por 42,95 euros. Pero voy al grano: en mi opinión es una buena idea para niños que necesitan soluciones al supuesto ‘aburrimiento’ que padecen de forma casi permanente (¿os suena?), y al mismo tiempo les va a dejar tiempo libre para dar unas patadas al balón, jugar al ajedrez en el portátil, ayudar a hacer la merienda o repasar las materias que han visto en clase durante la semana. Y esto porque las partidas no duran más de 30 minutos, aunque creo (y deseo) que más de uno repetirá, con lo cual puede (y solo puede) que el niño y sus amigos ya tengan ocupada una hora entera de una tarde de sábado, domingo o festivo a partir de ahora.
Ahora en serio, a mi hijo le encanta, y a algunos de sus amigos también; y eso que no son fáciles de contentar (serán cosas de la edad supongo), e intentan saltarse las normas relacionadas con la utilización de pantallas poniendo mil excusas. Ahora con Bamboleo, además de decirles ‘anda, idos a la calle de una vez’, o ‘¿te aburres?, creo que tu cama está por hacer’, puedo recordarles dónde está el juego. Atractivo añadido: con el frío y haciendose de noche más pronto nos viene bien porque se sientan en la mesa de la cocina, y entre la merienda, el juego y sus conversaciones, nos olvidamos un rato de los resfriados por olvido de la chaqueta en el perchero.
Tenemos muchos juegos de mesa, pero este es especialmente emocionante, y tiene algo muy bueno como que estimula la competición, pero a fuerza de intentar mantener los nervios templados, esta no llega a ser competitividad, sino más bien un ‘voy a ver que puedo hacer, y al tiempo me fijo en los demás para mejorar’
¿En qué consiste Bamboleo? os estaréis preguntando. Se monta colocando la plataforma circular sobre el ‘poste’, y encima de ella, las piezas, procurando que tengan una distribución racional para que mantengan el equilibrio. Los jugadores por turnos irán retirando una a una las piezas, lo cual provocará el movimiento oscilante de la plataforma y la consiguiente reacción de los participantes (desde tensión, hasta carcajadas). La partida acaba cuando todo se venga abajo y llegue la hora de hacer recuento de piezas.
Se aprende mucho con este juego: los niños acaban descubriendo que las piezas de un color (no voy a decir cual) pesan más, o sea que practican razonando; también mejoran la coordinación ojo - mano (aunque no serán conscientes de ello), y les permite entrenarse en las normas propias del juego (desde esperar turno, hasta no molestar al de al lado, pasando por aceptar que se han recogido menos piezas).
¡Ah! y no sirve solo para casa, hay escuelas que lo tienen, y resulta un entretenimiento excelente para rebajar tensiones o pasar un buen rato. La emoción está servida, y ¡también hay una versión maxi!
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