Durante los primeros meses de vida del bebé, los momentos más importantes son la alimentación y el sueño.
El sueño se divide en dos fases perfectamente definidas, incluso a partir de las 30 semanas de embarazo, ya se pueden determinar claramente estas dos fases, el sueño activo (REM) y el sueño tranquilo (no REM).
Cuando el bebé comienza a dormir, la primera fase que se inicia es la del sueño activo, en él podemos ver como el bebé respira irregularmente, mueve los ojos, realiza pequeños movimientos con sus bracitos o con sus piernecitas o incluso hace muecas con la boca. Este es el inicio de un sueño normal y no debe ser interrumpido, de hecho, interrumpirlo significa romper un sueño normal. Que el bebé realice todo lo que antes hemos comentado no debe alarmar a ningún padre, es algo normal. Tras iniciarse la fase del sueño activo, y pasada una hora aproximadamente, el bebé entra en un sueño más profundo que se denomina sueño tranquilo (no REM). Es un sueño muy relajado, ausente de movimientos y de quejidos, con una respiración suave, acompasada y profunda. Esta nueva fase del sueño tiene una duración aproximada de 40 minutos.
Estos dos tipos de sueños se van alternando durante todo el tiempo que el bebé está dormido. Es importante conocer todos los aspectos que rodean la vida del bebé, conocer el por qué de las cosas ayuda en gran medida a evitar actuaciones equivocadas y a entender el patrón y funcionamiento del sueño del bebé.
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