Hemos estado en el taller del museo Cerralbo de Madrid en una actividad muy bien organizada, como todas las que hace, la Asociación Hablar en Arte. Y es que están realizando un montón de propuestas para cerrar el curso y antes de que comiencen las deseadas vacaciones. Los talleres están destinados al infantil y juvenil y se desarrollan en familia.
Nos encantó el Museo Cerralbo, un espacio increíble en el que puedes disfrutar de unas maravillosas obras recopiladas a lo largo de la historia. Y es que don Enrique de Aguilera y Gamboa, XVII marqués de Cerralbo, condicionó la donación de toda la casa y las obras que hay en ella a la creación de una Fundación a la que dota de capital y fines propios. El Gobierno de España es el que gestiona el Museo que es impresionante y que merece una visita. Mientras estábamos en el taller el espacio estaba siendo recorrido por turistas que me imagino que se maravillarían de tanta riqueza y el gran número de obras coleccionadas por los 17 marqueses.
Uno de los cuadros que estaba en la entrada y que analizamos con los niños era del Marqués de Cerralbo de mil quinientos y pico, siglo XVI. En el se veía al Marqués y a una intrépida heroína. La heroína era María Pita que peleó junto con el resto de ciudadanos de La Coruña para defenderse del asedio de Sir Francis Drake, el famoso corsario o pirata que atacaba a los enemigos de Inglaterra en cumplimiento de las misiones que le encargaba la Reina Isabel I de Inglaterra. Drake era un mercenario que navegaba en sus propios barcos, se quedaba con una parte del botín y hacía el trabajo sucio propio de las conquistas. El cuadro es impresionante y está lleno de valientes defensores de La Coruña ante una flota de barcos con más de 10.000 hombres del pirata Drake.
Esta es una imagen de una de las salas en las que disfrutamos de las explicaciones de Nacho, nuestro monitor. Analizamos un cuadro que presentaba a los Marqueses de Cerralbo de la época en un cuadro pintado por Pacheco, el maestro y luego suegro de Velázquez.
El Patronato que gestiona el Museo está constituido desde el 22 de marzo de 1934 y se puede visitar aunque con mucho cuidado porque el gran número de obras hace que las precauciones sean extremas, por ejemplo, no nos dejaron llevar ninguna bolsa colgando.
Y después hicimos un taller en el que los niños tenían que pintar ¡un abanico! (el de la imagen es el nuestro). Para ello había un montón de materiales: lápices y papel para realizar un boceto, y rotuladores y pinceles con pintura para pintar el abanico. Es de tela y con varillas de plástico. Lo pintamos por la zona de la tela exclusivamente para no chocar con las varillas. Luego lo dejamos secar y nos lo pudimos llevar plegado.
Uno de los momentos que más me gusta del taller es cuando los monitores les permiten a los niños desarrollar su capacidad de exposición y explicar a la audiencia el trabajo realizado. Es el momento en el que algunos niños se lo pasan muy bien mostrando sus creaciones y donde otros se quedan un poco más bloqueados sin terminar de comentar la creación realizada. En estos casos es donde se puede ver si los niños aprenden a explicarse y hablar con soltura delante de la audiencia, si saben explicar su creación y si pueden hablar solos y sin portavoces.
Mi objetivo en los talleres es que la peque se divierta y se entretenga además de que aprenda y luego pueda tener unos minutos de creatividad. Además me gusta que se anime a exponer la obra realizada. En este taller se lo pasó muy bien, primero porque Hablar en Arte tiene mucha experiencia y ha ido desarrollando un método para que los chavales participen desde el principio. Y en este taller lo hicieron muy interactivo porque les decían a los niños que identificaran si el cuadro era real o ficticio, si la obra tenía algún detalle especial, para lo que les dejaron unos prismáticos de Wall-e que me encantaron (aunque eran poco prácticos) y que observaran y tomaran nota de los detalles de un jarrón. Había cuatro jarrones, tierra, viento, fuego y agua. Nosotros analizamos el del agua y estaba lleno de detalles: sirenas, caballos de mar, Neptuno, peces mitológicos, etc.
El taller es gratuito y está pensado para niños de 6 a 12 años acompañados por un adulto. El Museo Cerralbo está en C/ Ventura Rodríguez, 17 de Madrid. Os recomiendo una visita al Museo y si podéis hacer el taller seguro que os lo vais a pasar estupendamente.
Aquí dejo otra de las fotos. Esta vez del salón de baile. No se podía entrar. Lucía glorioso e imaginártelo lleno de gente bailando daba un poco de vértigo.
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