Jon y Brittany Barton, una pareja de Texas, son padres de dos hijos, Declan, de cuatro años y Noah, de dos, y además están esperando su tercer bebé. Para recordar el precioso momento que están viviendo, decidieron contratar a la fotógrafa Lane B Photography para realizar una sesión de fotos antes de la llegada del nuevo bebé, pero las inclemeencias del tiempo les obligaron a reprogramar varias veces la fecha para hacerlo.
Pero debido a que Brittany estaba embarazada de 38 semanas, no podían posponerlo por más tiempo (el pequeño Mateo nació nueve días después). Así que, fijaron un día y se prepararon para la sesión, aunque seguía lloviendo.
Como la familia es muy de "aire libre" no querían fotos dentro de la casa, por lo que la fotógrafa les propuso salir al exterior.
Debido a la copiosa lluvia de los días anteriores, el jardín estaba lleno de charcos de barro, así que pensaron que aquello que parecía un inconveniente se convirtiera en una ventaja y decidieron hacer una sesión con un concepto muy diferente al de familia impecable posando sobre el césped.
Para los niños fue un plan de lo más divertido y el resultado es realmente adorable. Incluso jugaron a imprimir las manos embarradas sobre la barriga de mamá. Todo estaba permitido.
En una tarde han conseguido captar memorias y manchas que, salvo la acción de un milagroso detergente, durarán para toda la vida.
Os dejamos con más fotos de la sesión que seguramente os arrancarán una sonrisa.
Fotos | Lane B Photography (reproducidas con autorización)
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