¿Te imaginas que una mujer te cuente que su bebé nació por cesárea porque se acercaba el fin de semana? ¿O que te explique que le indujeron el parto para evitar que diera a luz en sábado o domingo? ¿Verdad que suena absurdo? Pues sucede, y cada vez más, según los datos aportados por el informe "NACER EN HORARIO LABORAL EN CATALUÑA" creado por Dona Llum, la Asociación Catalana por un Parto Respetado, en colaboración con El Parto es Nuestro, publicado recientemente.
Y ahora me diréis que estoy haciendo demagogia al decir esto, pero es que la entrada publicada hace solo tres días, narrando las palabras del ginecólogo que dijo eso de "No deis a luz en casa" las tengo tan recientes que no puedo evitar mencionarlas en esta entrada, añadiendo mi propia coletilla: no deis a luz en casa, venid al hospital, donde os haremos ser madres de lunes a viernes.
Tampoco será para tanto, ¿no?
Pues quizás no, o al menos esa es la impresión de quienes conocemos a los profesionales que trabajan en esos servicios, pero lo cierto es que las gráficas y los datos aportados en el informe son bastante esclarecedores, y no dejan lugar a ninguna duda.
Fijaos, para empezar, en esta tabla de 2015. Cuesta muy poco saber qué días fueron fin de semana, y qué días fueron festivo en Cataluña.
Si la comparamos con una gráfica de 1986 podremos observar una diferencia clara; por aquellos años era un poco más fácil que el niño naciera cuando le tocara. Es cierto que ya se estaba gestando el problema, pero aún hay algunos días con bastantes nacimientos que coinciden con festivos:
Para no tener que andar comparando colores y jugando a las adivinanzas, nada mejor que ver los datos reales en una gráfica que nos muestre claramente la tendencia:
Al inicio de la gráfica se observa que en los sábados de 1985 aún había ciertas posibilidades de ser madre. Sin embargo, en 2015, es mucho más difícil tener un bebé en sábado, y aún más en domingo. Y la diferencia con el resto de días es más que evidente.
Además, si os fijáis en la siguiente gráfica veréis cómo es mucho más probable salir del hospital con una cesárea entre semana, que en fin de semana. La razón de que se haga esto va ligada a la jornada laboral de los profesionales, y a cómo está organizado el servicio. Y esto, obviamente, no tiene ninguna lógica; son los servicios los que tienen que adaptarse a los ritmos de los bebés que están por nacer, y no al revés:
¿Cuál es el problema?
El problema de que esto pase es que lo ideal tanto para la mujer como para el bebé es que los nacimientos sucedan cuando el bebé está preparado para nacer, y no cuando vaya bien por agenda.
Se considera que un bebé que nace en la semana 37 es un bebé a término, sin embargo podríamos considerar que nació antes de tiempo si él tenía la intención de nacer, quizás, cerca de la semana 42. Porque un bebé que nace en la semana 42 también es un bebé a término, y entre uno y otro hay nada menos que cinco semanas de diferencia.
Es más, cada vez hay más evidencia que dice que lo ideal es que los bebés nazcan después de la semana 39, si es posible, porque los que nacen antes tienen más probabilidad de tener problemas de aprendizaje.
Ahora bien, no sabemos si los bebés que nacen entre semana por parto inducido o cesárea lo hacen antes de las 39 semanas, aunque sí debe quedar clara una cosa: no todas las manzanas caen al mismo tiempo (y hay bebés que necesitan más tiempo de gestación que las semanas que se consideran adecuadas). De todas maneras, la OMS es clara al respecto cuando recuerda que:
Ninguna región geográfica debe tener un índice de trabajos de parto inducidos mayor al 10%. La inducción del parto debe limitarse a determinadas indicaciones médicas.
Y es que en las inducciones, al no ser partos que se originan de manera espontánea, el riesgo de instrumentalización es más elevado. Eso quiere decir que hay más probabilidad de acabar utilizando instrumentos como la ventosa o los fórceps, y a su vez, más riesgo de que el parto acabe en cesárea.
En Cataluña, según el informe, se están induciendo el 23,5% de los partos, mientras que en España prácticamente se duplica la recomendación, al haber un 19,4%. De igual modo, estamos también duplicando la tasa de cesáreas, pues la OMS recomienda que se practique en no más del 10-15% de los partos, y estamos en cerca del 25%.
En Madrid también pasa
Por si hay alguien pensando que es algo que solo sucede en Cataluña, en 2016 publicamos una entrada en la que explicamos cuáles eran las conclusiones de un informe muy similar realizado por El parto es nuestro en Madrid.
Las conclusiones se pueden resumir en las siguientes dos gráficas, en realidad, para que veáis que allí también sucede (aunque son datos de 2010, la tendencia está clara):
Así que sí, está muy bien que los profesionales que trabajan en los hospitales sigan abogando por defender una atención al parto con más medios, profesionales y probablemente más seguro que el parto domiciliario; pero aún queda mucho por hacer, aún muchos los protocolos por implementar, aún debe cambiar la atención hacia un modelo más respetuoso y humanizado, en el que el plan de parto sea un documento al que se le dé el valor que tiene, y sobre todo debe proyectarse una imagen muy diferente, la de una sanidad que considere que lo primero son la mujer y su bebé, y no si el día en el que aparecen por la puerta es laborable o festivo.
Más información | Dona Llum
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