En Bebés y más somos muy críticos siempre con los medios cuando tratan de influir en las mujeres con casos de madres que haciendo mucho ejercicio han logrado quedar como antes del embarazo en poco tiempo (recordemos el caso de Vogue, por ejemplo), y hemos compartido siempre imágenes de cuerpos reales, casos que no son de revista, para mostrar y demostrar que es normal, que el embarazo cambia el cuerpo y que no hay por qué esconderse ni avergonzarse, porque es algo que le pasa a la mayoría (y porque ya está bien de tanto culto al cuerpo delgado).
Ahora bien, hay algunos casos en que la genética es particularmente potente, la constitución de las mujeres delgada, y que aunque sean madres, vuelven a estar como antes pocas semanas después de parir. Es el caso de Abbey Clancy, una modelo y presentadora de televisión, que aunque mucha gente dice que es imposible y que es Photoshop, yo estoy seguro de que es real. ¿Que por qué lo sé? Porque conozco a una mujer cuyo cuerpo real está como antes de tener bebés, tras dar a luz a tres hijos.
Abbey tiene 29 años (es relativamente joven) y, según cuenta el Daily Mail, está pasando unos días de vacaciones en Mallorca. Para mitigar un poco el calor decidió ir a la piscina del hotel con su madre, su hermano, una amiga y su bebé de 10 semanas de vida.
Bueno, es lo que suponemos, que era para pasar el rato y darse un bañito, porque viendo las fotos parece que en realidad tenía muy claro que había una cámara y es que parece que no hacía más que pasearse y hacer gestos para que fueran inmortalizados.
En cualquier caso es lo que hay. Ella es modelo de profesión y vive de su cuerpo, así que supongo que siente la obligación de estar perfecta siempre en público y probablemente pensó que para que le "roben" fotos suyas con su hijo, mejor hacerlo bien, todo preparado, para que pareciera que ella no esperaba ser fotografiada.
¿Qué ha hecho para estar así?
Pero bueno, a lo que iba. ¿Por qué está esta mujer tan delgada después de dar a luz a su segundo bebé? Mucha gente lo pregunta, que cómo es posible que en solo 10 semanas haya logrado estar así, que qué dieta ha hecho, que se habrá matado a hacer deporte, que le estarán cuidando el hijo otras mientras ella se dedica a ponerse en forma. La respuesta ya os la he dado: cuestión de genética, de constitución. Quizás haya hecho ejercicio para ayudar en el proceso, y dieta, pero quizás no haya hecho nada especial.
Lo digo porque Miriam, mi mujer, ha dado a luz a tres hijos y si me pusiera a su lado en bañador y tuviera que apostar por quién ha dado a luz a tres bebés apostaría por mí, y eso que yo no estoy gordo, solo tengo un poco de barriguilla.
"¿Sólo has engordado 5 kilos? Te has pasado"
El día que fuimos al hospital para dar a luz a nuestro bebé estuvimos en una habitación compartida con una mujer que había ganado 25 kilos en su embarazo. La matrona le dijo que muy mal, que se había pasado, que era demasiado peso. Luego le preguntó a mi mujer, que le dijo que había ganado 5 kilos y le dijo que muy mal, que se había pasado, que no tenía que haber controlado tanto el peso.
Ella pasó mucho del comentario, estaba con contracciones y por otra cosa, pero la realidad era bien contraria. Yo llevaba 9 meses viéndola comer con asombro e incredulidad, incapaz de entender que alguien pudiera tener tanta hambre. Parecía no tener fondo. Cogía un paquete de cereales y comía y comía. Cogía galletas y no paraba hasta que acababa con un paquete entero. Nunca le había visto comer tanto, así que estaba claro que el embarazo estaba acelerando de algún modo su ya de por sí acelerado metabolismo.
Horas después de dar a luz por cesárea vinieron las enfermeras a ver cómo estaba. Le levantaron el camisón para cambiarle las gasas y le dijeron "¡pero dónde está tu barriga!" asombradas. Yo no sabía muy bien a qué se referían, porque era la primera mujer a la que veía sin ropa justo después de dar a luz, pero deduje que lo normal no era eso, sino tener más barriga.
Con el segundo no llegó siquiera a los 5 kilos, porque nació en la semana 35, y con el tercero sí, ganó 11 kilos. En este caso no es que tuviera más barriga (yo al menos no le veía más que con el primero), sino que lo ganó en general, en todo su cuerpo. Sumado a que se pasó el embarazo entre sentada y tumbada, con náuseas y el cuerpo fatal hasta el momento de dar a luz, parecía lógico que ganara más peso.
El caso es que una vez dio a luz empezó a perder peso otra vez. Poco a poco, pero estando siempre relativamente delgada. Porque ella siempre ha sido delgada. Porque es su constitución, su genética, y porque come rápido, come lo que quiere, lo que le da la gana y no engorda.
Así que sí, son minoría, pero también hay cuerpos reales así, como los de Abbey Clancy y como los de mi mujer, que si quisieran engordar tendrían hasta problemas.
¿Y eso es bueno o es malo?
Pues ni bueno ni malo. Si nos fijamos en los cánones de belleza actuales, pues será bueno. Mejor para la modelo, que se dedica a ello, claro. Para mi mujer, o para mí, importa un poco menos. A mí me gusta así y me gustaba como estaba nada más dar a luz, con 7 u 8 kilos más que ahora, así que la cosa queda simplemente en un "sí, hay gente así y no, no siempre es el Photoshop o una persona que se mata a correr y hacer abdominales", porque a ella siempre le dicen que "cómo se nota que te matas a hacer deporte" y no, tampoco... el que se mata soy yo, que no hago más que correr de un lado a otro, y ahí sigo con mi barriga incipiente.
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