En otros países europeos, como Alemania, Austria y Holanda, está instaurado el parto ambulatorio, lo que significa que la madre se va a casa con su hijo recién nacido dentro de las primeras 24 horas después del parto, sin formalizar ingreso hospitalario.
El requisito es que no se hayan producido complicaciones durante el parto y que tanto la madre como el bebé se encuentren bien.
Estela, la primera hija de la princesa Victoria de Suecia y el príncipe Daniel ha nacido de esta forma, mediante un parto ambulatorio, y los tres se han ido a casa apenas nueve horas después del nacimiento de la niña.
Con esta modalidad, al estar en su hogar, la recuperación de la madre suele ser más rápida, además de que se ha demostrado una disminución de incidencias de depresión postparto y un aumento de los índices de lactancia materna.
Ya sabemos que las primeras horas después del nacimiento son claves para la madre y el bebé. Es un momento de reconocimiento fundamental para la creación de un vínculo afectivo sólido. Ambos deben tener una compenetración muy especial, y el ambiente acogedor del propio hogar contribuye a esa fusión.
El postparto inmediato en casa
Lo que sí hay que tener muy organizado al volver a casa es la logística doméstica. No es momento para ocuparse de las tareas, en absoluto, por tanto habría que contar con la ayuda de alguien que se encargara de la casa, de preparar la comida y de ayudar con los otros niños, si es que hay.
Además, el estar en casa puede resultar muy tentador para las visitas inoportunas de familiares y amigos. En ese caso, habría que dejar claros también los deseos de la madre y las necesidades del bebé, o en su caso, establecer un horario de visitas.
Durante los días siguiente al parto, una matrona va a casa para controlar el estado general de la madre y el bebé, asesorar sobre lactancia materna o cualquier duda que pueda surgir, pesar al bebé y también para realizarle la prueba del talón.
El trabajo de parto, también en casa
Otra de las grandes ventajas, aunque no estoy del todo segura que sea así (por favor, confirmádmelo) es que durante el trabajo de parto la mujer permanece en casa acompañada por una matrona. Durante el período de dilatación la mujer es controlada por la comadrona hasta que considera que es momento de acudir al hospital.
Mientras tanto puede sobrellevar las contracciones en casa, dándose baños de agua templada, moviéndose libremente, con lo cual se acorta también el tiempo en el hospital previo al parto.
El parto ambulatorio me parece un modelo de parto ideal. Es, si pudiese volver atrás, la forma en que hubiese deseado dar a luz a mis hijas.
Las tres nacieron por vía vaginal, sin complicaciones ninguna y las 48 horas de ingreso se me hicieron insoportables. No veía la hora de irme a mi casa, esperando con ansias el momento que le hicieran al bebé la prueba del talón, que debe hacerse obligatoriamente a las 48 horas de nacido, para poder marcharnos.
Otra gran ventaja del parto ambulatorio es que implica una considerable reducción del gasto sanitario, ya que la permanencia de la “paciente" en el hospital es más corta, con el ahorro que ello supone en camas, material y atención profesional.
Es una opción muy válida para quienes prefieren dar a luz en un centro sanitario para mayor seguridad, pero valoran la calidez del hogar y estar rodeada de los suyos, si es que así lo desean, después de nacido el bebé.
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Foto | Augie Schwer en Flickr
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