Ser papá: qué hacer ante el Baby Blues

Sé que suena a canción para bebés, pero no, el Baby blues es una manera elegante de llamar a los cambios de humor que sufren muchas madres en los días siguientes al parto.

La causa es el continuo baile de hormonas que acaba afectando a su química cerebral y que puede hacer que te conviertas en el blanco de muchos enfados.

Tan probable es que se enfade contigo porque le has apretado demasiado el pañal al bebé y te diga que no lo hagas nunca más como que un rato después se queje porque no se lo cambias y no le ayudas.

Y tú mi querido papá sufres esos cambios de humor y piensas (o le dices) que “a ver si te aclaras", iniciando a veces una discusión que podría evitarse. Lo primero que hay que tener en cuenta es que es algo temporal. Hay mujeres a las que el Baby Blues les dura un par de días, aunque hay otras a las que les puede durar varias semanas.

Es duro para todos, seguro, y también para ti, papá, que te ves en pleno cambio vital, con un nuevo miembro de la familia que requiere toda vuestra atención y energía y con una mujer que parece que sólo quiera empeorar las cosas.

Como no es cierto, pues no hay intencionalidad, lo mejor es que le ayudes a superarlo:

Tápate los oídos

O "por aquí me entra, por aquí me sale" (en el buen sentido). En el estado hormonal que se encuentra es capaz de decir la mayor barbaridad que se le pueda ocurrir. Para que entiendas a qué me refiero podría equivaler a algún momento de tu juventud en que un día de borrachera dijiste algo que nunca querrías haber dicho.

Mejor borrar las cosas agresivas que te llegue a decir e intenta entender la situación en que se encuentra.

Abre bien los oídos

Sí, ya sé que he dicho que te los taparas, pero en condiciones normales es mejor tenerlos bien abiertos. La mayoría de veces lo único que necesita es a alguien que le escuche y le comprenda, un hombro en que apoyarse.

Los hombres somos personas prácticas y sencillas que, ante un problema, buscamos una solución o consejo. Problema – solución. Así somos, todo lo queremos arreglar. Sin embargo es probable que no quiera soluciones, sino simplemente que le escuchemos.

En boca cerrada no entran moscas, así que vale más escuchar, arrimar el hombro, y no querer arreglar nada (a menos que nos lo pida).

Conviértete en “la Juani"

No sé si eres muy mañoso con las tareas del hogar o no. Da igual, lo tienes que hacer sí o sí. Lavadora, plancha, polvo, mopa, cristales, comida, lavaplatos, etc. Hazte cargo de tanto como puedas para que ella pueda dedicarse al bebé y para que se agobie lo menos posible (y de vez en cuando hazte cargo tú también de la criatura, que así mamá se puede duchar, entre otras cosas).

Puedes pedir ayuda, por supuesto. Se dice que para criar a un niño hace falta toda una tribu. En este caso, como es bebé, la tribu que se dedique a ayudar para que la mamá esté en buenas condiciones para criar a su pequeño.

A la calle

El que va a trabajar y desconecta eres tú, la que se queda en casa con el bebé, siempre en el mismo escenario, es ella.

En otras palabras, el que hace lo fácil eres tú y a ella le toca el trabajo psicológicamente más duro.

Cuando llegues a casa salid a dar un paseo. Un poco de ejercicio, aire del exterior y luz solar le ayudarán a levantar el ánimo.

Tarde o temprano, como ya he comentado, llega un día en que los cambios de humor desaparecen. Si la cosa se alarga, o si el estado emocional de tu pareja afecta a su vida diaria e incluso al cuidado del bebé puede que esté viviendo una depresión postparto. En este caso es mejor que acuda a un profesional que pueda ayudarle.

Foto | Flickr (mark sebastian) En Bebés y más | Baby blues o leve depresión postparto, La depresión postparto, Entradas del Ser papá

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