La depresión postparto es un problema real que afecta a miles de mujeres en todo el mundo, pero afortunadamente tiene solución. Con el apoyo y el tratamiento adecuados, es posible superarla y vivir una maternidad plena y feliz. Pero, ¿qué pasa cuando pedimos ayuda y no sentimos ese apoyo que tanto necesitamos?
Una madre ha compartido la amarga experiencia que vivió al intentar pedir ayuda a personal médico para tratar su depresión postparto, ya que en lugar de apoyarla o escucharla, llamaron a la policía para que se la llevaran.
El caso de Jessica
Jessica Porten es una madre de California que hace algunos meses dio a luz a su segunda hija. Al igual que muchas mujeres, Jessica comenzó a presentar síntomas de depresión postparto, por lo que cuando finalmente le dieron una cita después de dar a luz cuatro meses después, decidió que pediría ayuda.
Sin embargo, las cosas no salieron como ella lo esperaba. Incluso fueron mucho peores y sucedió algo que ella nunca imaginó. En una publicación en su cuenta de Facebook, Jessica cuenta todo lo que ocurrió y prueba la falta que hace el capacitar al personal médico para saber cómo atender correctamente los casos de depresión postparto.
Ella comienza su relato contando que el día anterior había tenido su primera cita de obstetricia después de haber dado a luz cuatro meses antes. No había acudido antes porque de la oficina del médico continuaban cancelando sus citas, lo cual a ella le parecía inhumano. Finalmente, llegó el día y acudió a la cita con su hija Kira, de cuatro meses.
Originalmente su cita era a las 2:10 de la tarde, sin embargo, fue pasada a un consultorio hasta una hora después de estar esperando ser llamada. Entonces una practicante de enfermería entró para atenderla y Jessica le contó que su esposo le había puesto la cita la semana pasada y les había contado por teléfono que ella tenía depresión postparto y que se manifestaba en arranques de ira, por lo que quería hablar de las opciones de tratamientos o medicamentos que tenía.
Jessica aclaró que no esta sola y cuenta con una fuerte red de apoyo en casa y que a pesar de que nunca se había hecho daño ni a ella ni a su bebé, tenía pensamientos violentos y necesitaba medicamentos y terapia para poder superarlo. La enfermera entonces le hizo una revisión pélvica de manera apresurada, mencionó muy poco acerca de los medicamentos y salió de la habitación, diciéndole a Jessica que hablaría con el médico acerca de su depresión postparto. Pero en realidad, lo que la enfermera hizo fue algo muy distinto: "Llamó a la maldita policía", comenta Jessica enfurecida.
Enviaron a otra persona del personal médico para que estuviera con Jessica y su bebé mientras llegaba la policía. Una hora después, le dijeron a Jessica que debían trasladarlas a ella y a Kira a Urgencias. "Los policías podían darse cuenta de que estoy completamente bien y que todo esto era una tontería, así que me dejaron manejar mi propio coche con Kira en él hasta Urgencia, mientras un policía iba delante de mí y otro detrás", continúa relatando Jessica.
Al llegar a urgencias le extrajeron muestras de sangre y asignaron un guardia de seguridad para la vigilara. Una hora después, su esposo pudo llegar para acompañarla y los trasladaron a una habitación. Después le pidieron a Jessica que se quitara toda su ropa, para llevarla y guardarla en otro lugar fuera de la habitación. El resto de la tarde la pasaron ahí, sin comer hasta que una enfermera les llevo un par de emparedados.
Finalmente, hasta las 10:45 de la noche, más de 8 horas después de que Jessica había llegado a su cita médica, la atendió una trabajadora social, que llegó a la conclusión de que no necesitaba vigilancia psiquiátrica y comenzaron a hacer el trámite para darla de alta.
"En todo ese tiempo, ni un solo doctor fue a verme. Ni siquiera una vez. Ni siquiera antes de decidir llamar a la policía", continúa relatando Jessica. "Dejé Urgencias a medianoche, mi espíritu más roto que nunca, sin medicamentos, sin cita para seguimiento. Nunca hablé con un médico. Esta fue una experiencia terrible que tuve que pasar durante 10 horas, mientras cuidaba de mi bebé porque la había llevado conmigo. Y eso es. Esto es lo que obtengo por decir en mi consulta de obstetricia que tengo depresión postparto y que necesito ayuda. Me trataron como un criminal, y luego me dejaron ir, sin nada más que unas copias con números de teléfonos en ellas".
¿Por qué trataron así a Jessica?
¿Por qué no la vio un médico? ¿Por qué llamaron a la policía? ¿Por qué les mantuvieron a ella y su bebé 10 horas para al final solo decir un simple: "no tienes nada, puedes irte"? ¿Por qué no le dieron una cita de seguimiento?
En California, el estado donde vive Jessica, el personal médico está obligado a llamar a la policía si sospechan de abuso infantil o si creen que el paciente es suicida. De acuerdo con las leyes, ni el personal del consultorio médico ni del área de Urgencias hicieron algo mal, pues estaban actuando de buena fe, pensando en la seguridad de sus pacientes.
Sin embargo, ni Jessica estaba maltratando a su bebé, ni tenía tendencias suicidas, por lo que el hecho de llamar a la policía sin que la revisara antes un médico para darle un diagnóstico, sí que estuvo mal. La enfermera no estaba capacitada para reconocer o entender este tipo de problemas y reaccionó de manera precipitada, causando más problemas que alivio a Jessica.
La depresión, algo que muchas madres ocultan
Hace poco compartíamos un estudio en el que se había encontrado que una de cada cinco madres recientes oculta que padece depresión o ansiedad postparto. ¿Y cómo no ocultarlo, si aún en muchos sitios se juzga a quienes lo padecen? Hablar de algo tan personal y tan oscuro, cuando se supone que debemos sentirnos las personas más felices del mundo, no es algo fácil.
La historia de Jessica no sólo nos recuerda que la depresión es algo de lo que debemos hablar más para que deje de estar tan estigmatizada, sino que además muestra la importancia de que todo el personal médico reciba la capacitación necesaria para saber cómo actuar en estos casos y proporcionar el apoyo y atención que realmente necesitan las madres con depresión postparto.
Fotos | iStock
Vía | Motherly
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