Mirren Cook nació el 10 de mayo de 2020, por cesárea de urgencia en el Hospital Royal Infirmary de Edimburgo, con un peso aproximado de 463 gramos y era más pequeña que la mano de su padre, Kevin. Su madre, Katie, había desarrollado preeclampsia y la niña estaba solo en la semana 25 de gestación.
Los médicos le daban solo un 10 por ciento de posibilidades de sobrevivir. Pero esta pequeña prematura es toda una luchadora y cuatro meses después ha logrado irse a casa con sus padres. Esta es su historia.
Mucho contacto piel con piel
Katie y Kevin Cook estaban felices porque iban a tener una bebé, a la que iban a llamar Mirren. El embarazo de la madre, de solo 28 años, iba bien hasta que en la semana 25 se despertó y no sintió a su pequeña moverse dentro. Así que decidió ir a hacerse un chequeo. Los médicos encontraron altos niveles de proteína en su orina y diagnosticaron preeclampsia, una alteración potencialmente mortal que hace que la presión arterial aumente y puede hasta llegar a provocar convulsiones.
Los médicos les aseguraron que si hubiera esperado sólo dos días más, Mirren y Katie no habrían sobrevivido. Pero la pequeña nació y la ingresaron en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) donde permanecería los siguientes cuatro meses.
Durante el tiempo que estuvo en la UCIN, recibió cinco transfusiones de sangre y las posibilidades de supervivencia de solo un 10 por ciento subieron al 70 por ciento, mientras Mirren siguió luchando, mejorando cada día.
La pareja tuvo que esperar 10 días para abrazar a su bebé por primera vez, una "eternidad" para la madre, quien asegura que el vínculo con su pequeña surgió de inmediato, en cuanto comenzó a hacer piel con piel.
Katie cree que ese contacto íntimo ayudó mucho a Mirren: "Creo que la reconfortaba sentirse acurrucada y olernos".
Pero como ella añade, también ayudó extraerse la leche materna desde el principio, cuando aún no podía cogerla en brazos.
Katie ha compartido en su cuenta de Facebook fotos de la pequeña donde se aprecia cómo ha ido mejorando, desde la primera en junio a la última, que está en portada. La evolución es impresionante.
Publicada por Katie Cook en Viernes, 15 de mayo de 2020
Mirren finalmente ha podido ir a casa con sus padres la semana pasada y ahora pesa 3,175 kilos. La pareja dice que su pequeña está más fuerte cada día y dejan un pequeño mensaje para otros padres de bebés prematuros:
"Es completamente normal sentirse enojados, molestos e indefensos durante la situación. Solo hay que mantenerse fuertes y escuchar las recomendaciones de los médicos".
Vía | Daily Record
Fotos | Facebook Katie Cook
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