Dentro del proyecto "Baby Boom", que forma parte del Plan de Clima, el municipio de Bruselas anunció hace casi un año, en mayo de 2018, su intención de plantar un árbol por cada bebé que nazca, para contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a paliar el cambio climático.
Se será recién a partir del año 2020 cuando se ponga en marcha. Por cada nacimiento declarado en el registro municipal, los padres recibirán una tarjeta informándoles que se plantará un árbol a nombre de los pequeños. Pero el árbol no será plantado en Bruselas, sino en Senegal.
La ciudad de Bruselas se ha comprometido a plantar un árbol para cada uno de los aproximadamente 3.000 bebés nacidos en la ciudad cada año, y el presupuesto que se destinará será de 25.000 euros.
"Queríamos dejar en claro que el problema del clima no conoce fronteras", dijo Benoît Hellings, concejal de la ciudad de Bruselas. "Las emisiones de dióxido de carbono tienen un impacto en todo el mundo".
El proyecto tiene principalmente dos objetivos:
Participar en la reforestación de los países del Sur de África.
Contribuir a reducir la huella de carbono de la capital europea.
Para ello, el plan incluye medidas para hacer que los vehículos municipales sean más verdes, alentar a los residentes a comprar energía más barata y reemplazar la iluminación fuera de los edificios municipales por LED.
También quieren facilitar a los residentes permisos para proyectos de reforestación, como la construcción de nuevos jardines en la azotea, parcelas y árboles en las fachadas de los edificios.
Un buen proyecto que pretende paliar la contaminación mundial, algo muy necesario para que nuestros niños crezcan en un mundo más sostenible.
Con esta medida, al plantar un árbol por cada niño que nace en Bruselas, la reducción de la huella de carbono podría ser de hasta 13 toneladas en un año.
Vía | Euronews