Ha salido a la luz una noticia que nos ha conmovido sucedida hace 19 años en un hospital de Logroño, en el que dos bebés nacidas el mismo día fueron intercambiadas y vivieron vidas cruzadas con familias que no les correspondían durante años.
A día de hoy esto sería prácticamente imposible, pues las maternidades cuentan con protocolos de custodia e identificación del recién nacido para evitar cualquier confusión o problema de seguridad.
Protocolo de custodia e identificación
La identificación del recién nacido es un derecho reconocido tanto nacional como internacionalmente y la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) establece como prioridad la correcta identificación del paciente, dentro de las políticas de mejora de la seguridad de la asistencia sanitaria.
La Asociación Española de Pediatría cuenta con un protocolo (actualizado en el año 2008) específico para el mantenimiento del binomio madre-RN en el hospital. Los objetivos de los procedimientos para la adecuada identificación y custodia de los recién nacidos son:
- Evitar intercambios de recién nacidos en el paritorio.
- Impedir intercambios de recién nacidos en el nido o en las salas de hospitalización de obstetricia.
- Permitir verificar con prontitud la identidad del recién nacido en caso de duda.
- Posibilitar que se pueda comprobar la identidad del bebé y de su madre en el momento del alta.
- Evitar consecuencias de tipo legal al personal sanitario ante posibles intercambios.
El mayor riesgo de confusión se produce en partos simultáneos cuando hay mucha carga de trabajo, o cuando se separa a la mamá del recién nacido, ya sea en salas de reanimación de la madre o si el bebé debe ingresar el la Unidad de Neonatología. Es por ello que, además de por los beneficios para el vínculo, cada vez más se apuesta por evitar en todo momento la separación física de la madre y el bebé.
Cómo se identifica el bebé en el paritorio:
Pulseras y pinza de identificación
El codificador neonatal consta de un kit de identificación imposible de falsificar que contiene cinco piezas: pulsera de la madre y pulsera del recién nacido -ambas con cierre inviolable-, pinza de cordón y dos pegatinas, una para la historia clínica y otra para el documento de identificación sanitaria materno-filial.
Como información contiene el nombre de la madre, la fecha y hora de nacimientos y el sexo del recién nacido, todo identificado con un código de barras idéntico y exclusivo para cada recién nacido. En caso de partos múltiples se utiliza un codificador diferente para cada neonato.
Al momento del nacimiento, en el paritorio se separa la pulsera del bebé de la que lleva la madre y se le coloca al bebé (en la muñeca o en el tobillo) en presencia de los padres. De igual forma, se coloca la pinza correspondiente en el cordón umbilical del bebé.
Una vez puestas las pulseras con el codificador neonatal, se deberá comprobar la coincidencia de códigos a la salida de la sala de partos, si se ha separado a la bebé de la madre en algún momento, así como al momento del alta del hospital.
Este método es el utilizado en las maternidades españolas y el más seguro para la custodia e identificación del recién nacido. Como desventaja, existe una mínima posibilidad de riesgo de perder una pulsera holgada o de tener que quitar la pinza de cordón si el recién nacido precisa, por ejemplo, la canalización de los vasos umbilicales. Pero ambas cosas es prácticamente imposible que suceda.
Huella dactilar y/o plantar
Al momento del nacimiento se toman las huellas de la madre y las del bebé (normalmente del pie), y quedan registrados en el documento identificativo que expide el hospital, al que se le añade una de las pegatinas con el codificador neonatal. Pueden ser tomadas con tinta o mediante sistemas biométricos.
Sin embargo, debido a que pueden ser mal tomadas o a que, en determinados casos el bebé necesite atención médica inmediata y se tenga que posponer su toma, no tienen valor identificativo por sí solas. De hecho, la Academia Americana de Pediatría desaconseja el uso universal de la huella plantar y dactilar como método único de identificación del recién nacido.
Muestra de sangre del cordón umbilical
Tras pinzar el cordón umbilical, se recoge la sangre y se deposita una gota en el papel de filtro absorbente de la tarjeta. A continuación, se recoge una gota de sangre de la madre y se deposita en la misma tarjeta que la muestra del bebé.
Para finalizar, se completan los datos correspondientes a la madre y al bebé y la tarjeta queda archivada en el hospital. Solamente se utilizará en el caso de que sea necesario identificar al recién nacido con su madre en caso de dudas de intercambio.
Dispositivos de localización
Además de lo mencionado antes, algunas maternidades cuentan además con dispositivos de radiofrecuencia, colocados en las pulseras de la madre y del recién nacido, que detectan continuamente la localización y la distancia entre ambos durante su estancia hospitalaria. Si dicha distancia supera el límite programado se activa una alarma para avisar al personal.