Para empezar a planificar la habitación de un bebé, hay que pensar en los elementos imprescindibles, procurando no dejarse nada importante pero evitando por todos los medios sobrecargar la estancia. Antes de comenzar a comprar cosas, haz un plano a escala de la habitación que va a ocupar el bebé para hacerte una idea de qué muebles caben y qué muebles serán prescindibles. Hoy vamos a ver cómo colocar los distintos elementos.
Lo primero que tenéis que colocar, como ya suponéis, es la cuna. Esta es la parte más importante de la habitación del niño y donde más tiempo pasará sobre todo los primeros meses. Asegúrate de que esté lejos de las ventanas, pero decide en función de tus necesidades y del espacio si la pegas a una pared o la pones en el centro de la estancia para acceder desde todas partes. No obstante, lo más habitual es pegar uno de los extremos a la pared, ya sea un lateral o la cabecera. Un elemento bastante común es el cambiador, que se hace imprescindible en el cuidado diario del bebé y del que ya hemos hablado en muchas ocasiones. El mejor lugar para colocarlo es cerca del armario y donde haya buena luz, así que, o cerca de una ventana o cerca de una lámpara. Hay cunas que tienen incluido el cambiador, por lo que aumenta la comodidad a la vez que se ahorra espacio.
Normalmente no hay que buscarle el mejor sitio al armario, ya que suele estar en la casa antes de que nazca el niño, ya sea porque es empotrado o porque ya formaba parte de la decoración de la habitación, así que no nos detendremos en él. Es fundamental que el armario permanezca cerrado mientras no se están sacando cosas de él para que no le entre polvo a la ropa del niño, así que instala unas puertas si es de los que se cierran con cortinas.
Por último, tenéis que pensar en buscar algún lugar donde poner los juguetes y los objetos para el cuidado del niño como hervidores y demás. Lo ideal es instalar estanterías o haceros con un baúl.
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