Hace ahora tres años os comentamos que las autoridades sanitarias de EEUU se planteaban si debían circuncidar a todos los bebés al nacer al corroborar que con esta medida se disminuían las probabilidades de contraer el virus del VIH.
En esa época la postura de la AAP (Academia Americana de Pediatría) no era excesivamente clara, al expresar que la circuncisión no era necesaria. Sin embargo encargó una investigación para esclarecer la evidencia y después de mirar más de 1.000 estudios han decidido posicionarse recomendando la circuncisión de los recién nacidos para prevenir del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual, de infecciones urinarias y de cáncer de pene.
A la luz de la evidencia, declaran que circuncidar a un recién nacido tiene más ventajas que riesgos para el bebé. De hecho, en la actualidad, al 55% de los niños de EEUU ya se les practica esta intervención. Al posicionarse a favor de la circuncisión es muy probable que los seguros médicos empiecen a incluir la operación dentro de su cartera de servicios.
Para dejar clara su postura y quitarse algo de responsabilidad aclararon que ellos no afirman que sea necesario hacerlo, pero que si una familia lo considera interesante el beneficio para la salud del bebé es suficiente como para apoyar la decisión.
Revisión de más de 1.000 estudios
Para posicionarse a favor de la práctica han hecho falta cinco años de trabajo. La AAP reunió en 2007 a un grupo de expertos cuya misión era evaluar toda la evidencia científica relacionada con la circuncisión. Después de revisar más de 1.000 estudios han llegado a la siguiente conclusión:
Los beneficios para la salud de la circuncisión masculina en recién nacidos superan a los riesgos. Además, las ventajas de la circuncisión de varones neonatos justifican el acceso a este procedimiento para las familias que así lo elijan.
Con respecto a los posibles inconvenientes, aseguran que la intervención no parece afectar de manera negativa a la función o sensibilidad del pene o la satisfacción sexual.
Los resultados de la investigación se han publicado en la revista Pediatrics (podéis leer el abstract del estudio aquí), donde aseguran que con la circuncisión los hombres tienen menos riesgo de padecer infecciones urinarias, cáncer de pene y enfermedades de transmisión sexual, incluido el VIH.
En los 70 se circuncidaba al 80% de los americanos
El debate existe porque allí en América es una práctica muy habitual, tanto, que en la década de los setenta y ochenta el 80% de los niños era operado. Ahora se ha reducido hasta el mencionado 55%, que sigue siendo muy elevado si se compara con los datos de Europa, donde sólo el 10% de los niños son circuncidados.
Como ya dijera en la anterior entrada en la que hablé de ello: “Yo es que le tengo cariño a mi prepucio. Lo siento, pero no imagino mi vida sin él”.