Seguro que en más de una ocasión alguna madre os ha dicho que tuvo problemas con la lactancia, o que directamente dio biberón a su bebé, porque al haber dado a luz mediante cesárea la leche tardó más en subir.
Yo sigo aún hoy oyéndolo, pese a que hace tiempo que se sabe que es un mito, y lo peor me pasó hace no mucho, cuando escuché decir a una enfermera que trabaja en una planta de maternidad que era cierto, que muchas madres en la planta tenían problemas con la lactancia porque habían dado a luz por cesárea.
“Lo que te cortan es la barriga, no la leche”
Carlos González lo resume muy bien cuando habla de ello. Él dice que cuando te hacen una cesárea, lo que te cortan es la barriga y no la leche, y lo explica así porque el comienzo de la lactancia no depende del tipo de parto, sino del momento en que sale la placenta.
Adiós placenta, hola leche
En el momento en que la placenta sale, ya sea el parto vaginal, ya sea el parto por cesárea, los niveles de progesterona, una hormona que se ha mantenido en niveles muy elevados durante todo el embarazo, empiezan a descender. Esta bajada de progesterona no es más que el desencadenante de que empiece a aumentar la prolactina, que es la hormona encargada de poner al cuerpo a producir leche.
La caída de los niveles de progesterona llega al punto más bajo hacia las 30-40 horas tras el parto, por lo que se entiende que la prolactina irá aumentando poco a poco y, por lo tanto, la leche irá subiendo poco a poco. Al principio será el calostro y después llegará la primera leche.
Para que entendáis un poco más el proceso, si a una mujer le queda adherido un trozo de placenta, lo que se conoce como retención de placenta, la bajada de progesterona es menor, la subida de prolactina es también menor y la producción de leche es insuficiente. Por eso (y por otras cosas) la placenta siempre se revisa cuando sale, para ver que está completa y, si queda algo dentro, hay que sacarlo.
A veces, por desgracia, hay mujeres que están un tiempo con parte de la placenta adherida y no saben por qué sus hijos no comen lo suficiente, no ganan el peso deseado, etc., pues la causa, más que probablemente, es que su cuerpo, a nivel hormonal, está en un punto entre el embarazo y el postembarazo.
La subida de la leche se produce sí o sí
La subida de la leche se produce por los cambios hormonales que suceden tras el parto y, como digo, no depende del tipo de parto que haya tenido la mujer. De hecho, y en esto estaba yo equivocado hasta hace poco, no depende de la succión del bebé. Mame o no mame el niño en las primeras horas, la leche subirá.
Una muestra de ello son las madres que, por desgracia, pierden a sus bebés nada más nacer. No hay bebé que succione, pero la leche sube igualmente.
Esta subida se produce entre las 30 y las 72 horas después del parto, es decir, en un plazo de entre 1 y 3 días.
“Pero a mí me hicieron cesárea y sí me tardó más en subir la leche”
Lo de la cesárea y la leche que no sube es un mensaje que se ha dado durante mucho tiempo y un diagnóstico que se ha utilizado mucho en las plantas de maternidad cuando una mujer tenía problemas (ya sabéis, sin cesárea, el problema puede ser cualquiera… con una cesárea, cualquier problema relacionado con la lactancia se puede achacar a la cesárea).
Si una mujer sabe que con cesárea puede haber más problemas con la lactancia, y si las profesionales están convencidas también de ello (esto cada vez sucede menos, por suerte), las expectativas suelen ser a la baja. Algo así como “has tenido suerte con la lactancia, porque con cesárea es más difícil” o “es lógico que te vaya mal, has dado a luz mediante cesárea”. Con esta actitud, puede pasar que a poco que vaya mal una lactancia se vea como difícil de solucionar y sea más fácil abandonar.
Por otra parte, hay muchas mujeres que sí tienen la subida de leche después de las mencionadas 72 horas, pero no por culpa de una cesárea, sino por otras causas. Algunas de estas causas son: diabetes, SOP (síndrome de ovarios poliquísticos), obesidad (IMC >28), que haya tomado corticoides, etc.
Pero la cesárea sí está relacionada con más problemas en la lactancia
Es cierto, la cesárea está relacionada con más problemas en la lactancia, lactancias más cortas, etc., pero no por el tipo de parto, sino por qué se hace con el bebé y la madre una vez se ha producido el alumbramiento.
Hace ya un tiempo expliqué el porqué de que muchos niños se cogieran mal al pecho, siendo la causa principal el tiempo que pasaba desde que nacían hasta que hacían la primera toma.
Los bebés que nacen por vía vaginal son puestos enseguida en el pecho de sus madres, donde pueden hacer la primera toma tranquilamente. Los que nacen por cesárea suelen ser separados de sus madres y enviados a su habitación con el papá o a la nursery, mientras la madre se recupera en la planta de reanimación.
Esa separación puede llegar a ser de hasta 2 ó 3 horas (hace unos años, y en algunos hospitales, podía llegar a ser de nueve horas o más) y, tras ese tiempo, el bebé está lo suficientemente cansado como para no querer (o poder) mamar correctamente.
El no hacerlo bien de inicio es para el bebé un mal aprendizaje y un “vale” para posiblemente tener problemas con la lactancia, porque esa primera vez le sirve como referencia (de ahí que se haya insistido tanto en potenciar la no separación y el contacto piel con piel entre madre y bebé).
En resumen, los problemas de lactancia asociados a la cesárea se eliminarían si, después de nacer, los bebés fueran tratados igual que los que nacen por vía vaginal, puestos en el pecho de la madre y en contacto continuo con ella hasta que hiciera la primera toma.
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Foto | remysharp, Rachel Coleman Finch en Flickr
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