Entre los procedimientos generales, cuidados y pruebas que se le realizan al bebé nada más nacer se encuentra la administración profiláctica de Vitamina K mediante un único pinchazo por vía intramuscular.
Pero, ¿te has preguntado alguna vez por qué es tan importante esta vitamina, y en qué consiste el síndrome de hemorragia por déficit de vitamina K que se previene con la administración de esta inyección? Te lo explicamos con detalle en este artículo.
¿Qué es el síndrome de hemorragia por déficit de vitamina K?
Se trata de un síndrome raro que se da en muy pocos casos, pero que de producirse puede llegar a ser muy grave o incluso provocar la muerte. La enfermedad hemorrágica del recién nacido (EHRN) es una coagulopatía adquirida secundaria, debido a una deficiencia en los factores de coagulación dependientes de la vitamina K (factores II, VII, IX y X).
Esta enfermedad puede presentarse de tres formas distintas:
Comienzo temprano, durante las primeras 24 horas desde el nacimiento.
Comienzo durante la primera semana tras el nacimiento. Es la forma más común de la enfermedad, y la localización de la hemorragia puede ser gastrointestinal, cutánea, nasal y secundaria a una circuncisión.
Comienzo tardío, tras la segunda semana y durante los tres primeros meses de vida. Las hemorragias más frecuentes son las de origen intracraneal, las cuales asocian mayor mortalidad y discapacidad. También pueden presentarse hemorragias de origen cutáneo y gastrointestinal, asociada a enfermedades hepáticas y de malabsorción intestinal.
Incidencia de la enfermedad
Según leemos en la revista de Farmacia Hospitalaria, Elsevier, la incidencia de la enfermedad en Europa cuando no se administra profilaxis varía dependiendo de su forma. Así, en la forma clásica o comienzo durante la primera semana de vida, la incidencia es de cinco a seis recién nacidos por cada 100.000, mientras que en la forma tardía puede llegar a alcanzar los siete casos por cada 100.000 nacimientos vivos.
En países en vías de desarrollo estos valores son más altos, pues actúan como factores de riesgo los climas cálidos y la alimentación materna exclusiva, baja en vitamina K.
¿Cómo se administra la vitamina K al bebé?
Aunque la administración profiláctica de la Vitamina K en el recién nacido está avalada por numerosos estudios científicos, ensayos clínicos y metaanálisis, la forma de administración de la misma suscita un gran debate.
Según podemos leer en el documento publicado por el Ministerio de Sanidad sobre los 'Cuidados tras el nacimiento', "los resultados de diferentes estudios epidemiológicos llevados a cabo en diferentes países con diferentes pautas de administración de la vitamina K", han determinado las pautas más eficaces para la prevención de la EHRN:
- 1 mg de vitamina K por vía intramuscular al nacimiento.
- 2 mg de vitamina K por vía oral al nacimiento, seguido en los lactados al pecho total o parcialmente, de 1mg oral semanalmente hasta la 12ª semana. En niños alimentados de forma exclusiva con leche de fórmula comercializada en países desarrollados, solo es necesaria la administración tras el nacimiento.
1) Por vía intramuscular
La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda la administración por vía intramuscular de una dosis única (1 mg) de vitamina K, pues se ha visto que esta forma protege más que cuando se suministra por vía oral. También la OMS ofrece esta recomendación, e incide en la importancia de que la dosis se administre respetando en todo momento el contacto piel con piel entre madre y bebé.
Cuando se administre por vía intramuscular debe hacerse de manera profunda en el tercio medio de la cara anterolateral del muslo, con una técnica rápida en la introducción de la aguja y la inoculación.
Entre las desventajas de administrar la vitamina K de este modo, los expertos destacan:
- El dolor de la inyección, algo que podría disminuirse si se administra mientras el bebé mama o está sobre el pecho de su madre
- Riesgo muy bajo de daño neuromuscular local
Entre los años 1990 y 1992 aparecieron dos estudios (dirigidos por el mismo investigador) en los que se sugirió que la vitamina K administrada de manera intramuscular podría estar asociada a un mayor riesgo de desarrollo de cáncer infantil.
Tres estudios posteriores realizados por diferentes investigadores entre 1998 y el 2003, en cambio, concluyeron que no se apreciaba relación entre la administración de la vitamina y la frecuencia de cáncer por lo que, a falta de más estudios que hablen sobre ello, no existe relación directa entre el cáncer infantil y la vitamina K intramuscular.
2) Por vía oral
El problema principal de la administración oral de la vitamina K es el incumplimiento de las dosis, ya que como hemos visto, hay que mantenerlas durante un periodo de tiempo largo. No en vano, varios países como Australia y Nueva Zelanda, que habían cambiado a la pauta oral, tras confirmar un incremento de casos de EHRN tardía, decidieron volver de nuevo a la pauta intramuscular.
Otra desventaja importante de las pautas orales es su administración en bebés con riesgo que no se pueden identificar al nacer. A este respecto, en el documento publicado por el Ministerio de Sanidad podemos leer:
"Merece la pena comentar la experiencia holandesa. Con 1 mg oral al nacer seguido de 25 microgramos de vitamina K oral diarios han visto un incremento muy importante en la frecuencia de EHRN tardía en niños que estaban recibiendo adecuadamente la profilaxis con vitamina K".
"En general se trata de casos que llamaríamos secundarios, porque son niños que debutan con sangrado masivo alrededor de la quinta semana de vida, pero que luego se confirma que tienen algún tipo de patología hepática, la más frecuente es la atresia de vía biliar".
"Con las otras pautas de administración (vía intramuscular) el primer síntoma no es el sangrado masivo y da tiempo a instaurar el tratamiento adecuado con vitamina K cuando se demuestra la colestasis"
¿Puedo pedir que la administración de esta vitamina sea oral y no intramuscular?
Por lo general, y dada la evidencia científica que demuestra que la administración intramuscular protege mejor frente a la EHRN que la oral, en los hospitales de nuestro país se lleva a cabo la administración de la Vitamina K de esta forma.
Sin embargo, y puesto que se trata de un pinchazo doloroso que debe recibir el bebé nada más nacer, hay padres que se plantean la posibilidad de evitar la inyección y administrar la vitamina de forma oral. En estos casos, el Ministerio de Sanidad incide en la importancia de cumplir a rajatabla con las dosis tomadas, y prestar especial atención cuando existen factores de riesgo como prematuridad, trauma de parto, madre que haya tomado antiepilépticos, patología hepática...
La administración de Vitamina K en prematuros
Y ya por último, cabe mencionar las pautas de administración de Vitamina K en prematuros menores de 32 semanas o con peso inferior a 1000 gramos. En estos casos, se recomienda actuar de la siguiente manera:
"Recientemente han aparecido algunos trabajos que recomiendan que en los niños muy prematuros o de peso extremadamente bajo se disminuya la dosis inicial de vitamina K administrada por vía intramuscular o intravenosa, para evitar acumulaciones de vitamina K que excedan los niveles fisiológicos. En los prematuros estas dosis iniciales mas bajas (entre 0,5 y 0,3mg) parece que les protegen del sangrado durante los 25 primeros días de vida. Posteriormente si están alimentados al pecho deberían recibir suplementos".
Fotos | iStock
Vía | Ministerio de Sanidad sobre los 'Cuidados tras el nacimiento'
Más información | Elsevier
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