Cuando estamos embarazadas procuramos huir de ambientes cargados de humo de tabaco y evitamos las estancias donde se manipulan productos químicos, incluso habitaciones recién pintadas. Lo hacemos por el bien de nuestro bebé. Pero, ¿también eludimos la contaminación atmosférica, tan nociva para la salud?
Por si necesitabas un recordatorio: Las partículas contaminantes que entran en los pulmones de las mujeres embarazadas pueden llegar a instalarse en la placenta y afectar al desarrollo del feto.
Es la conclusión a la que ha llegado una investigación de la Universidad Queen Mary de Londres, presentada en el Congreso de la Sociedad Respiratoria Europea (ERS) celebrado en París.
Un estudio realizado en Londres
Una de las investigadoras, la doctora Lisa Mayashita, explica que:
"Sabemos desde hace tiempo que la contaminación atmosférica afecta al desarrollo del feto y puede seguir afectando a los bebés después del nacimiento y durante toda su vida: desde problemas de crecimiento a trastornos neuropsicológicos".
"Nos interesaba ver si estos efectos podrían deberse a que las partículas de contaminación se desplazan de los pulmones de la madre a la placenta. Hasta ahora, había muy poca evidencia de que las partículas inhaladas llegasen a la sangre desde el pulmón".
Por primera vez, se han encontrado en la placenta partículas diminutas de carbono, normalmente creadas por la quema de combustibles fósiles, tras examinar a cinco placentas de mujeres no fumadoras y residentes en Londres, donde se superaron los límites máximos de contaminación por dióxido de nitrógeno en solo un mes.
Utilizaron un microscopio óptico para examinar 3.500 macrófagos (células del sistema inmunitario que neutralizan a las bacterias mismas que están en los pulmones de las personas expuestas a una alta contaminación urbana.
Evitar las zonas de contaminación extrema
La profesora Mina Gaga, presidenta de la Sociedad Respiratoria Europea, y que no participó en el estudio, comentó en el Congreso, tras su presentación:
"Esta nueva investigación sugiere un posible mecanismo de cómo los bebés son afectados por la contaminación mientras están teóricamente protegidos en el útero. Esto debería concienciar a los médicos y al público sobre los efectos nocivos de la contaminación atmosférica en las mujeres embarazadas".
Por eso, según explica:
"Necesitamos políticas más estrictas de aire más limpio para reducir el impacto de la contaminación en la salud en todo el mundo porque ya estamos viendo una nueva población de adultos jóvenes con problemas de salud".
"Las mujeres embarazadas deberían evitar a toda costa las calles más transitadas y contaminadas por el tráfico urbano, una recomendación que debería hacerse extensiva a los niños y a la población en general",
concluye la experta.
Vía | Queen Mary University of London
Fotos | iStock
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