Si hubiera que definir a la protagonista de la siguiente historia con una única palabra, esa sin duda sería "luchadora". Yolanda es madre de una niña de ocho años, fotógrafa de profesión y bloguera en sus ratos libres. Pero Yolanda es, sobre todo, una luchadora incansable y una superviviente.
Hace 12 años superó un cáncer de tiroides, y hace cuatro venció también un cáncer de mama. Pero, desgraciadamente, hace unos días recibió la noticia de que el cáncer de mama había vuelto a su vida. Así que Yolanda se ha puesto de nuevo los guantes de boxeo y se dispone a saltar al ring por tercera vez. Esta preciosa mujer de sonrisa imborrable y generosidad a raudales, es un ejemplo de lucha y optimismo, y por eso hemos querido hablar con ella en un día como el de hoy, en el que todos juntos unimos nuestras fuerzas contra el cáncer de mama.
"Quiero concienciar a todas las mujeres de la importancia de la autoexploración"
"Acababa de pasar una revisión médica en el mes de febrero y todo estaba bien. Pero últimamente me encontraba más cansada de lo habitual, había perdido algo de peso y además tenía un ligero dolor en la axila".
"Llevaba sin autoexplorarme cerca de dos meses, algo que he hecho siempre, tanto antes de tener cáncer de mama por primera como por supuesto después. Pero este verano me relajé y bajé la guardia. Así que en cuanto noté ese ligero dolor comencé a explorarme y enseguida palpé un bulto y supe que era maligno. Al día siguiente, el médico me mandó una ecografía y enseguida me confirmaron mis sospechas".
"Ahora estoy a la espera de conocer los resultados de las pruebas que me han realizado y de la biopsia. Hay que saber qué tipo de cáncer es, si está extendido o no, y si se ha cogido a tiempo. Todo ello determinará el tipo de tratamiento a seguir. La espera es lo más duro.".
"Siento rabia e impotencia, pero hay que luchar"
"Justo ahora, cuatro años después de mi primer cáncer de mama, es cuando estaba empezando a encontrarme mejor físicamente, gracias al trabajo que tanto mi psicooncóloga como yo hemos estado haciendo. Por fin podía mirarme al espejo y ver a la mujer que era antes de la enfermedad, y eso me hacía sentir bien".
"Pero a raíz de esta noticia todo ha cambiado. Siento terror, sobre todo a que pueda haber metástasis, y también siento enfado, rabia e impotencia, porque justamente ahora estaba empezando a rehacer mi vida y de nuevo toca volver a empezar".
"Mi hija es quien me da fuerza"
"Para superar mi primer cáncer de mama me agarré a mi hija, que por aquel entonces tenía tres años. En mi cabeza resonaba, una y otra vez, que no podía dejarla sola, y que tenía que luchar por ella".
"También mi familia y mis amigos, tanto mi círculo de siempre como las amistades del 2.0, fueron muy importantes en mi recuperación. ¡Ojalá todo el mundo pudiera contar siempre con el apoyo de tanta gente unida, mandándote ánimos y energía positiva para superar los días más bajos!".
"Y en esta segunda ocasión pienso apoyarme en los mismos. Desde que he hecho pública la noticia hay mucha gente que se ha volcado conmigo y que no me deja sola. El apoyo de los tuyos es algo vital para transitar por el camino de esta dura enfermedad".
"Al principio, mi hija me rechazaba y yo sufría mucho por ella"
"Mi hija tenía tres añitos recién cumplidos cuando me diagnosticaron el primer cáncer de mama, y pensaba que para un niño de esa edad sería complicado entender los cambios físicos por los que debía atravesar su mamá. Así que decidí explicarle desde el primer momento lo que iba a pasarme, siempre utilizando frases y explicaciones acordes a su edad".
"Le dije que estaba malita, y que me iban a dar una medicina que haría que se me cayera el pelo, aunque luego me volvería a crecer. También le expliqué que era probable que estuviera cansada de vez en cuando, y que aunque yo no podría llevarla al parque con la misma frecuencia con la que lo hacía, papá y otros familiares lo harían por mi".
"Para mí fue una etapa durísima porque no sabía cómo actuar con mi pequeña. Así que pedí ayuda a su pediatra para que nos derivara a un psicólogo infantil, pero la burocracia va lenta y la cita nunca llegaba. Por suerte, poco a poco mi hija fue aceptando mejor la situación, e incluso llegó a convertirse en un gran apoyo para mí."
"Ahora temo darle la noticia de nuevo. Tiene ocho años, es más madura y quizá lo afrontaría de otro modo, pero aún se acuerda de cuando lo viví y llora por lo que pasé. Así que reconozco que enfrentarme al momento de decírselo me da mucho miedo, y realmente no se si lo haré..."
"La capa mágica", un cuento infantil sobre el cáncer de mama
"Durante mi primer cáncer de mama me di cuenta de que necesitaba apoyarme en recursos para explicar a mi hija lo que estaba pasando, así que decidí escribir un cuento infantil sobre el tema, con el objetivo además de que nos sirviera a ambas de recuerdo cuando todo hubiera pasado"
"Me puse en contacto con la ilustradora Creandy Pedagoga, que no dudó en ayudarme haciéndome unos dibujos preciosos para ilustrar la narración. Lo titulé "La capa mágica", y en él explicaba lo que es el cáncer de mama, pero desde una visión optimista y fantasiosa, para contárselo a los niños"
"El cuento estaba basado en mi historia y en cómo lo estaba viviendo mi hija. Trataba de una mamá y su hija que se ponían una capa mágica que les daba superpoderes para luchar juntas contra la enfermedad. En sus páginas explicaba también cómo mi niña y yo jugábamos a disfrazarnos con pelucas y pañuelos y fingíamos ser piratas. El recurso de los disfraces fue una gran ayuda para mi hija"
"Es fundamental tener la mente ocupada mientras dura el tratamiento"
"Yo trabajaba en una empresa cuando fui diagnosticada de cáncer de mama por primera vez, pero enseguida tuve que cogerme la baja laboral porque físicamente me resultaba imposible continuar con el mismo ritmos de trabajo. Pero seguir trabajando o no durante la enfermedad depende mucho de cada persona y del tipo de trabajo que sea".
"Eso sí, se trabaje o no es importante mantener la mente ocupada durante el tiempo que dura el proceso, porque eso te ayuda a seguir adelante, y a no enfrascarte continuamente en pensamientos negativos."
"Poco a poco volví a ejercer como fotógrafa, y hacer reportajes a recién nacidos, a niños y a familias me ha ayudado también a ver lo positivo de la vida, a rodearme de sonrisas y a poner mi mente y mi objetivo es cosas bonitas, lejos de la enfermedad"
"El cáncer de mama no es de color rosa"
Durante el tiempo que duró su primer tratamiento, Yolanda hizo grandes amistades. Todas ellas mujeres fuertes y valientes que han luchado contra la enfermedad desde el primer momento, sin perder las ganas de vivir ni la sonrisa, a pesar de las adversidades.
Por eso, en un día como hoy Yolanda ha querido recordarlas a todas, y reivindicar que el cáncer de mama no es de color rosa:
"Pero también hay compañeras que se quedan en el camino y no será porque no han luchado con todas sus fuerzas por seguir viviendo. Por eso es tan importante continuar investigando, mostrar la realidad de la enfermedad y reivindicar más recursos. Y eso no se consigue colocándose un lazo rosa en la solapa y publicando la fotografía en redes sociales"
"Es por ello, que en un día como hoy quiero recordar con especial cariño a Miriam, que nos dejó hace dos días. Gran compañera de batalla, madre de dos niñas preciosas y luchadora de eterna sonrisa. Sólo deseo que allá donde esté brille con la misma fuerza con la que lo hizo en la tierra. Por ella, por todas las mujeres que se marcharon demasiado pronto, y por las que continuamos en la lucha: tomemos conciencia de esta dura realidad"
Foto de portada | iStock
Agradecimientos | Yolanda Romano (Paris Maria)