La Fundación Gasol, creada por los hermanos Pau y Marc Gasol, lleva tiempo investigando y concienciando sobre la obesidad infantil y la importancia de llevar unos hábitos de vida saludables para combatirla. Y es que según alerta el último estudio que han realizado, la obesidad es un problema que comienza en los primeros años de vida y que afecta principalmente a las familias en situación de vulnerabilidad socioeconómica.
Los datos han sido extraídos del estudio SantBoiSà que la Fundación Gasol puso en marcha en el año 2015, y que estudia el estado ponderal y los estilos de vida de los niños y niñas de entre tres y ocho años del municipio de Sant Boi de Llobregat, en Barcelona. En total, la muestra ha contado con 1.716 alumnos de 16 centros educativos de esta localidad.
Del mismo modo, al estudiar el índice de la circunferencia de cintura respecto a la altura, se observa que la obesidad abdominal llega a afectar hasta un 35,6% de niños con menor nivel socioeconómico y a un 29,8% de niños de familias más favorecidas. Recordamos que la obesidad abdominal -acumulación excesiva de grasa alrededor del abdomen-juega un papel crucial en el padecimiento de enfermedades cardiovasculares o metabólicas en edades muy tempranas.
"La obesidad infantil se ha convertido en una pandemia silenciosa en nuestra sociedad y, lamentablemente, nuestro país se sitúa en la cabeza de la lista de países europeos con un mayor índice de obesidad entre los niños y niñas" -explicaba Pau Gasol, presidente de la Fundación Gasol.
Los primeros años de vida son clave para prevenir la obesidad
Paralelamente a este estudio, la Fundación Gasol ha realizado una encuesta a un total de 227 padres/tutores legales con niños de entre cero a cinco años, y a 67 profesionales dedicados a la primera infancia. El objetivo era conocer y valorar la necesidad de llevar a cabo proyectos de prevención de la obesidad infantil en los primeros años de vida.
A este respecto, un 98% de padres y un 97% de profesionales consideran que los primeros años de vida son un periodo clave para la prevención de la obesidad, e identifican ciertos aspectos que deben mejorar para fomentar el crecimiento saludable de los niños.
Así, en una escala del 0 al 10, padres y profesionales creen que es necesario hacer frente a los siguientes desafíos:
- Gestión de las emociones (8,18 puntos según las familias / 8,24 puntos según los profesionales)
- Gestión de la autoestima (7,95 puntos según las familias / 7,90 puntos según los profesionales )
- Establecimiento de límites (7,70 puntos según las familias / 8,10 puntos según los profesionales)
- Alimentación saludable (7,09 puntos según las familias / 8,13 puntos según los profesionales)
- El deporte y la calidad de las horas de sueño obtiene una puntuación menos relevante para los padres
De esta manera, los programas dirigidos a la promoción de hábitos de vida saludable para la prevención de la obesidad infantil deberían priorizar la promoción de aquellos conocimientos y habilidades que permitan a los padres y madres estimular de forma adecuada el bienestar emocional y la alimentación saludable de sus hijos.
La obesidad, un problema al alza que requiere de la implicación de toda la sociedad para combatirlo
La obesidad infantil comienza a ser un problema grave en nuestro país, afectando de forma relevante al desarrollo de nuestros niños y adolescentes.
La obesidad en la infancia acarrea serios problemas tanto a corto como a largo plazo. Entre ellas destacaría un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2 a edades tempranas, así como trastornos del sueño, complicaciones psicológicas (baja autoestima, ansiedad, inseguridad...) y sociales (aislamiento, inactividad, dificultad para establecer relaciones de amistad...).
Toda la sociedad en su conjunto debería estar implicada en luchar contra esta grave epidemia: desde la industria alimentaria, hasta la publicidad, los Gobiernos de los países, las escuelas y sobre todo, las familias.
En este sentido, según el estudio PASOS llevado a cabo también por la Fundación Gasol, entre las cosas que los padres podemos hacer para fomentar un crecimiento saludable de nuestros hijos estarían:
Inculcar una alimentación saludable desde la primera infancia, comiendo y/o cenando en familia, manteniendo una alimentación equilibrada, procurando una correcta hidratación y comprando y cocinando junto a nuestros hijos
Fomentar la práctica de deporte y actividad física mediante la realización de actividades físicas cotidianas, practicando deporte en familia y con amigos, y reduciendo a dos horas al día como máximo -según su edad- el tiempo que nuestros hijos pasan frente a las pantallas
Cuidar las horas y calidad de sueño asegurando que los niños duerman el tiempo recomendado a su edad y apaguen las pantallas 30 minutos antes de dormir
Velar por su bienestar emocional, cuidando la comunicación padres-hijos, estableciendo límites para una educación en hábitos saludables, mostrando empatía con cada estadio de su desarrollo y estableciendo un vínculo afectivo seguro desde la primera infancia
Fotos | iStock
Vía | Fundación Gasol
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