Está claro que no es tan importante saber los motivos por los que llora un bebé, como procurar calmarle de inmediato con todas nuestras armas: nuestra voz, nuestros abrazos, caricias....
Pero sería perfecto si además pudiéramos distinguir qué le incomoda para solucionarlo cuanto antes, sobre todo en caso de padres primerizos con un recién nacido. ¡Al menos a mí me hubiera gustado disponer de él cuando nació mi hija mayor!
Y lo mismo pensó Ana Laguna Pradas, Máster en Inteligencia Artificial, cuando se quedó embarazada de su hijo. Así que decidió crear un algoritmo que indentificase los diferentes llantos de su bebé. Y, nos ha asegurado en una entrevista, que funciona.
Un proyecto que comenzó como hobby
Pocas madres pueden estar tan preparadas profesionalmente para desarrollar una app para diferenciar los llantos de un bebé, como Ana Laguna.
Esta científica de datos en BBVA Data & Analytics, nos explica que comenzó a acariciar la idea de desarrollar la app cuando se quedó embarazada en 2016, al pensar si sería capaz de adivinar las necesidades de su hijo solo con su llanto.
"Busqué alguna aplicación existente y solo encontré una china, que además funcionaba mal y que no sirve para los españoles, ya que los niños lloran distinto según su lengua. Así que cuando nace mi hijo comienzo a grabar sus llantos y empiezo a frikear con la idea durante las siestas de mi hijo. Al principio, solo como hobby".
Explica que la idea no era tan descabellada, ya que ya había trabajado anteriormente en traducción automática y "si nos esforzamos por comprender a los chimpancés o identificar el sonido de las ballenas, por ejemplo, por qué no crear un algoritmo que nos ayude a entender a nuestros hijos".
Y añade que:
"La inteligencia artificial puede parecer una moda chiflada, pero su uso va a ser cada vez más habitual y normal con el paso de los años".
¿En qué se basa?
Cuenta Ana Laguna que comenzó a grabar los llantos de su hijo cuando cumplió un mes de vida, "al empezar a distinguir qué le pasaba según sus forma de llorar".
Porque según nos explica, el algoritmo necesita un audio y un etiquetado (es decir, hambre, sueño, dolor...) para que cuando escuche ese audio entienda por qué llora.
Para que nos entendamos: "funciona como el cerebro humano, a base de repeticiones. Y lo mismo con el sonido, lo reconoce porque lo ha escuchado muchas veces".
Añade que siguió grabando el llanto de su bebé hasta que cumplió los cuatro meses, porque:
"el bebé de cero a seis meses llora por necesidades primarias, mientras que cumplido el medio año, incorpora otros motivos más pillos': por mimos, para que le cojan en brazo... y mi intención era y es identificar los primeros, los más básicos".
Llegó a grabar 65 audios, un número que admite que se queda corto para crear un algoritmo de estas características. Y que además implica un sesgo muy importante: "solo tengo datos de mi hijo y necesito incorporar audios de otros bebés".
Reconoce que guardó las investigaciones en un cajón y que ahora ha decidido retomarlo para crear "una aplicación para el móvil que sabe que será ´útil sobre todo para padres primerizos y aquellos que sufren problemas de audición, ya que el algoritmo funciona bien, distingue los cambios de audio".
Por eso, para poder completar el proyecto y que el algoritmo sea aún más potente y capaz de identificar el mayor número posible de causas de los lloros, Ana Laguna ha decidido comenzar una ONG con campaña de 'Donación de llantos', para recoger audios de otros bebés.
Si tienes un bebé menor de seis meses y la idea te parece interesante, también puedes participar en el proyecto aportando los llantos de tu pequeño a la ONG 'So Good Data'.
Así funciona una app similar
Si bien cuando Ana Laguna comenzó con la idea de crear una app que interpretase los llantos solo existía la china, en estos dos años transcurridos ha aparecido una aplicación similar en Estados Unidos, creada por un equipo californiano dirigido por Ariana Anderson, neuropsicóloga computacional de la Universidad de California, en Los Ángeles.
Se llama Chatterbaby y está disponible para en Android y iPhone, aunque según explica la científica española tiene limitaciones y no sirve para España:
"El algoritmo está elaborado con datos internacionales, un problema si tenemos en cuenta que cada niño llora de diferente manera según su lengua. Se necesita trabajar con audios específicos de la lengua, en nuestro caso, en español".
Laguna reconoce el gran trabajo de la universidad americana, con una base de datos que incluye miles de ejemplos, y que es capaz de identificar el dolor con un 90% de éxito, pero "aún se queda corta en otras variables como el hambre. Lo predice en un 60 por ciento de los casos cuando el aleatorio está en el 50 por ciento".
Así las cosas, tendremos que esperar a que Ana Laguna consiga su objetivo al poder trabajar con una base de datos tan grande como la norteamericana, pero en español. Y, según confiesa, parece que va por buen camino, porque las donaciones online de llantos de bebés en su ONG no dejan de crecer.
Mientras llega el momento, seguro que todas las madres seguimos respondiendo a las necesidades de nuestros bebés, probando al principio todas las posibles causas, hasta que aprendemos a distinguir por qué llora y acertamos de la primera.
Fotos | iStock
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