Está claro que las golosinas se hacen en colores vivos para llamar la atención de los consumidores, especialmente de los niños, y hacerlas más apetecibles. Pero a menudo me pregunto, ¿es esto necesario con los productos tóxicos?
¿Voy a dejar de comprar tal o cual detergente por su color? Los estudios de mercado señalan que sí, pero creo que no tienen en cuenta todos los riesgos que esto entraña... Y no son pocos, al menos para los niños. Porque en Estados Unidos entre 2012 y 2013 se han producido 700 casos de intoxicación por cápsulas de detergente en menores de seis años.
Se trata de productos que contienen jabón líquido concentrado para ropa y cuya toxicidad es alta (más que un detergente "tradicional", con menos concentración). Tienen gran popularidad en muchos países y, aunque en España tal vez menos, sí existen en el mercado.
Los niños ven las cosas de una manera diferente y una de estas coloridas cápsulas puede parecerles un juguete o una golosina. ¿Por qué las cápsulas para detergente son tan llamativas como las chucherías? ¿No incitan a los niños a pegarles un mordisco? ¿Por qué no tienen estos envases más seguridad? Y, por último, ¿por qué no colocamos el detergente en lugares seguros, fuera del alcance de los pequeños?
Si son tan frecuentes las intoxicaciones accidentales causadas por cápsulas blandas de detergente (imagino que tanto de lavadora como de lavavajillas), es porque los niños las han confundido con juguetes o caramelos, pero también porque estaban a su alcance.
Por ello se les debería educar en cuanto al riesgo que entrañan, jamás permitirles que las toquen o jueguen con ellas y sobre todo evitar que puedan cogerlas, del mismo modo que cualquier otro producto de limpieza, medicamentos... Recordemos que, de entre las intoxicaciones más frecuentes en la infancia, los productos del hogar se encuentran en segundo lugar, solo superados por los fármacos.
El estudio realizado por expertos en toxicología del Hospital Nacional de Niños, en Ohio, contaron muchos casos de menores de seis años que tragaron, inhalaron o se expusieron de otra forma a los productos químicos de esos pequeños paquetes de jabón.
Las consecuencias son bastante serias y aunque en los casos registrados en el estudio solo hubiera un caso de muerte, ya me parece suficiente. Entre las complicaciones más graves figuraban el coma (30 niños) y los ataques(12 casos). También se produjeron quemaduras en los ojos (hasta 144 niños), boca y garganta.
Hay que estar más atentos si cabe con los más pequeños, porque los menores de uno y dos años fueron casi dos tercios de los casos recogidos en el estudio: ellos lo exploran todo con manos y boca, no conocen el miedo ni el riesgo.
Los 769 casos de intoxicación que requirieron hospitalización se detectaron entre las más de 17.200 llamadas a los Centros de Control de Intoxicaciones que implicaban a niños menores de seis años en contacto con las cápsulas de detergente.
Es decir, que los casos graves de intoxicación de niños que confunden las cápsulas de detergente con golosinas podrían aumentar fácilmente si no se fabrican envases más seguros, si no se regula su fabricación, etiquetado... y si no estamos más atentos. Porque hay que intentar frenar estos accidentes de todas las formas posibles.
Vía | La Voz de Galicia
Fotos | Thinkstock
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