Los collares de ámbar para la dentición empezaron a ser populares hace algo más de una década entre los círculos de padres partidarios de la homeopatía y la tendencia New Age para calmar "naturalmente" los dolores causados de la salida de los dientes del bebé. En la actualidad, se han hecho más ampliamente conocidos debido a algunas celebrities que las usan con sus bebés cuando empiezan a salirles los dientes y a su amplia disponibilidad en las tiendas, principalmente online.
Las supuestas propiedades calmantes. Los collares están fabricados con cuentas de ámbar, una resina fósil a la que se le atribuyen propiedades calmantes y poderes curativos. Contiene ácido succínico, supuestamente con propiedadaes intiinflamatorias, el cual se cree que al entrar en calor con el cuerpo del bebé, suelta esta sustancia calmante que es absorbida por la piel pasando al torrente sanguíneo para aliviar las molestias de la dentición.
Esto es falso. No se libera el ácido al estar en contacto con la piel del bebé. Es cierto que el ámbar (sólo el auténtico ámbar del Mar Báltico -no todos los collares que se venden lo son) contiene este ácido succínico, pero no puede ser absorbido por la piel. Desde un punto de vista químico, su liberación solo ocurre a temperaturas muy altas. Hablamos de temperaturas de alrededor de 400 grados Fahrenheit (204º celsius), cuando la temperatura del cuerpo del bebé ronda los 37º.
No hay evidencia científica de que los collares de ámbar sean un remedio natural eficaz para aliviar las molestias asociadas a la salida de los dientes en el bebé. No se ha podido demostrar que el supuesto ingrediente activo, el ácido succínico, podría liberarse de las cuentas en la piel humana. Además, no hay evidencia que sugiera que el ácido succínico tenga propiedades antiinflamatorias.
Los collares de ámbar son muy peligrosos
Según los fabricantes, los collares de perlas de ámbar tiene un tamaño adecuado para que esté en contacto con la piel y no sobre la ropa. Y el bebé debe estar vigilado siempre que esté usando el collar o la pulsera de ámbar.
¿Y si hay un descuido? ¿Si se estrangula mientras duerme? ¿Si se engancha en la cuna? A nadie en su sano juicio se le ocurriría colocar nada alrededor del cuello de un bebé, que obviamente no puede quitárselo. El sólo hecho de llevar un collar alrededor del cuello es peligroso en bebés pequeños, por el riesgo de estrangulamiento que puede provocar asfixia.
Además de que el collar puede romperse y llevarse las cuentas a la boca o aspirarlas, lo cual representa también un riesgo de asfixia. Si están prohibidos los juguetes con piezas pequeñas en bebé menores de tres años, ¿por qué estarían permitidos los collares con piezas pequeñas?
De hecho, hay casos de fallecimientos registrados por este motivo. En 2016 murió un bebé de 18 meses estrangulado con su collar de ámbar mientras dormía la siesta en la guardería y otro de siete debió ser llevado a urgencias al tragarse una de las piezas.
No son seguros
En 2018, la FDA (la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos) emitió una alerta oficial a padres y cuidadores, advirtiendo que "los collares, pulseras o cualquier otra joya comercializada para aliviar el dolor de la dentición" podría presentar un riesgo de estrangulación o asfixia. No ha aprobado ningún producto de joyería para la dentición, sea del material que sea (silicona, madera, etc.) y ha advertido contra su uso.
Por su parte, la EMA (Agencia Española del Medicamento) no ha aceptado ninguna propiedad analgésica ni antiinflamatoria atribuida a los collares de ámbar. Francia y Suiza han prohibido la venta de collares de ámbar para la dentición en las farmacias, mientras que Irlanda y Canadá han emitido advertencias de seguridad de estos productos.
De igual manera, la Academia Americana de Pediatría (AAP) y la Asociación Española de Pediatría (AEP) desaconsejan que los bebés usen ningún tipo de joyas.
Cómo aliviar las molestias de la dentición. Teniendo en cuenta que lo que más calma el dolor al bebé es la presión y el frío sobre la encía, os contamos qué hacer y qué no hacer para aliviar las molestias de la dentición. Una pista: los geles con benzocaína que se venden sin receta están en tela de juicio y hay que informarse bien antes de comprarlos. Tampoco está demostrado que funcionen.