Hoy da comienzo en nuestro país la campaña de vacunación contra la gripe, y el Ministerio de Sanidad y el Comité Asesor de Vacunas ya han publicado las recomendaciones al respecto. La OMS espera que este año la vacuna tenga una mejor efectividad que la pasada temporada, ya que se han introducido cambios con respecto a su composición que afectan a los virus de la gripe A.
La gripe estacional es una infección vírica aguda, que en determinados pacientes puede ser grave o incluso mortal. Por eso, la OMS recomienda la vacunación en aquellos grupos de riesgo, entre los que se encuentran las embarazadas y los niños a partir de seis meses que presenten determinadas condiciones. Te contamos todo lo que debes saber si te encuentras en alguno de estos grupos.
¿Qué personas deben vacunarse frente a la gripe?
Según las recomendaciones de los expertos, la vacuna de la gripe está dirigida, preferentemente a personas mayores de 65 años, mujeres embarazadas en cualquier trimestre de la gestación y bebés a partir de los seis meses, adolescentes y adultos con enfermedades de base o que presenten las siguientes particularidades:
Niños entre los seis meses y los dos años de edad con antecedentes de prematuridad menor de 32 semanas de gestación: Novedad este año.
Los niños entre seis meses y 18 años que reciban tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe.
Niños de entre seis meses a cinco años institucionalizados, tutelados por la Administración.
Pacientes con enfermedades crónicas cardiovasculares (congénita o adquirida), neurológicas o respiratorias (displasia-broncopulmonar, fibrosis quística, asma, hiperreactividad bronquial...).
Pacientes con enfermedad metabólica crónica, como la diabetes mellitus o los errores congénitos del metabolismo.
Pacientes con enfermedad crónica renal (insuficiencia renal, síndrome nefrótico...) o hepática.
Pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal crónica.
Pacientes con enfermedad celíaca, por una mayor probabilidad de adquirir la gripe y el mayor riesgo de hospitalización durante la misma.
Pacientes con enfermedades reumáticas.
Pacientes con inmunodeficiencia congénita (se excluye el déficit aislado asintomático de IgA) o adquirida (incluye infección VIH, administración de corticoides sistémicos a dosis altas y mantenidas, fármacos inmunosupresores, eculizumab, receptores de trasplantes)
Asplenia o disfución esplénica grave.
Cáncer y hemopatías malignas.
Enfermedad hematológica moderada o grave (hemoglobinopatía o anemia con repercusión clínica que precisen hemoderivados o trasfusiones, hemofilia y trastornos hemorrágicos crónicos...): Novedad este año.
Enfermedad neuromuscular crónica y encefalopatía moderada o grave. Condiciones que comprometen la función respiratoria y el manejo de secreciones: Novedad este año.
Obesidad mórbida (índice de masa corporal ≥40 en adultos, ≥35 en adolescentes o ≥3DS en la infancia).
Desnutrición moderada o grave.
Portadores de implante coclear o en espera del mismo, así como pacientes con fístula de líquido cefalorraquídeo, ya que la gripe podría predisponer a padecer una meningitis por bacterias encapsuladas.
Trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras.
Personas que precisen seguimiento médico periódico o que hayan sido hospitalizadas en el año precedente.
Además, también se recomienda la vacuna a todo el personal sanitario y de las oficinas de farmacia, trabajadores de los servicios públicos esenciales, y cuidadores y familiares que convivan con personas de riesgo o con lactantes por debajo de los seis meses de edad en situación de riesgo.
El CAV-AEP considera que la vacunación antigripal de los niños mayores de seis meses no incluidos en grupo de riesgo, si sus padres lo solicitan y su pediatra lo considera conveniente, es una medida recomendable, dada la elevada tasa de complicaciones asociadas a la gripe en este grupo de edad y el impacto global de la infección en la población infantil.
¿Cómo se administra la vacuna en niños?
El Comité Asesor de Vacunas de la AEP ha publicado una ficha técnica de las vacunas antigripales disponibles para uso pediátrico, con su composición y forma de administración. Según el tipo de vacuna, deberá ser administrada a partir de los seis meses o de los nueve años, y siempre con inyección intramuscular o subcutánea puesto que la vacuna intranasal atenuada tampoco estará disponible en España esta temporada.
Las dosis recibidas serán:
En la vacunación de la población infantil se administrarán dosis de 0,5 ml a partir de los seis meses de edad, independientemente de la vacuna administrada.
En los menores de nueve años que se vacunan por primera vez, se administrarán dos dosis de vacuna con un intervalo mínimo entre dosis de cuatro semanas. En las temporadas sucesivas se administrará una sola dosis.
Para niños que aún no caminan, la zona de preferencia para administrar la vacuna será la anterolateral externa del muslo, mientras que para el resto se administrará en el deltoide (hombro).
El CAV-AEP recomienda emplear, de forma preferente, las vacunas antigripales tetravalentes, y si no estuvieran disponibles, utilizar preparados trivalentes. Cabe mencionar, además, que la vacuna de la gripe puede administrarse junto al resto de vacunas del calendario.
Si tengo alergia al huevo, ¿puedo vacunarme?
Tal y como comentábamos al inicio, la alergia al huevo no es una contraindicación para recibir esta vacuna, si bien tradicionalmente sí estuvo contraindicada, lo que puede generar dudas en el caso de niños con alergia al huevo, una de las alergias alimentarias más comunes en la infancia. Pero, según podemos leer en las recomendaciones aprobadas por el Ministerio de Sanidad:
No obstante, en los casos de reacciones alérgica graves o de anafilaxia, la vacunación será llevada a cabo por personal con experiencia y supervisión durante 30 minutos tras la administración.
¿Cuándo es el mejor momento para vacunarse contra la gripe?
Desde el punto de vista epidemiológico, en el hemisferio norte del planeta la gripe comienza cada año en la semana 40 y finaliza en la semana 20 del año siguiente. Es decir, la temporada de gripe abarcaría desde principios de octubre de 2019 hasta mediados de mayo de 2020.
La campaña de vacunación en nuestro país se iniciará entre la tercera semana de octubre y la primera del mes de noviembre, ya que es el periodo que garantiza el suministro adecuado de la vacuna, optimiza la efectividad de la campaña y permite adaptrse al patrón epidemiológico de presentación de la infección.
La vacuna de la gripe en el embarazo
Como hemos visto al inicio, la vacuna contra la gripe está recomendada durante el embarazo en cualquier etapa de la gestación. Esta recomendación viene dada tanto por parte de todos los organismos internacionales (OMS,CDC) como de los nacionales (Ministerio de Sanidad y sociedades científicas).
Con la vacuna a la mujer embarazada se consigue una triple protección:
Por un lado, se protege a la madre de sufrir complicaciones respiratorias, sobre todo a partir del segundo trimestre. Y es que se ha demostrado que el riesgo de complciaciones asociadas a la gripe es mayor en mujeres embarazadas que en las no embarazadas.
Por otro lado, la vacuna protege al feto ya que la gripe en embarazadas aumenta el riesgo de prematuridad, bajo peso al nacer y muerte perinatal.
Y en tercer lugar, recibir la vacuna durante el embarazo protegerá al recién nacido en sus primeras semanas de vida, gracias a los anticuerpos de origen materno que pasan a la placenta.
Pero a pesar de los beneficios evidentes que proporciona esta vacuna, el CAV-AEP se lamenta de las bajas coberturas vacunales en este sector de la población, debido en gran parte al miedo, desconocimiento y desinformación por parte de los propios profesionales sanitarios. No en vano, la pasada temporada solo se vacunaron frente a la gripe el 38,5% de las embarazadas, una cifra que queda muy lejos aún de las tasas recomendadas por la OMS.
Síntomas y prevención
Las tasas más elevadas de gripe se dan entre los menores de 15 años, y más especialmente entre los niños de dos a cuatro años. Este segmento de la población es, junto al de los ancianos, el que mayores tasas de hospitalización registra, y es que según informa el CAV-AEP "en ocasiones, esta enfermedad puede cursar con extremada gravedad, así como complicarse con sobreinfecciones bacterianas graves"
Los síntomas suelen durar entre una y dos semanas, siendo los más habituales la fiebre, el malestar general, el dolor muscular, los escalofríos, la tos y los mocos. El tratamiento está destinado a aliviar los síntomas, porque al tratarse de un virus no hay fármaco que lo cure, ni tampoco antibióticos.
La gripe se contagia con gran facilidad de persona a persona, a través de las secreciones respiratorias y de las manos contaminadas con estas secreciones. Es muy difícil prevenir el contagio, pero podemos ayudar con una serie de medidas que minimizan los riesgos:
Que los niños se laven las manos antes de comer o de llevárselas a la boca.
Evitar que se toquen la nariz, la boca y los ojos (y si van a hacerlo, que sea con las manos limpias).
Evitar el contacto directo con gente enferma, y no llevarlos al cole si son ellos los que están enfermos.
Enseñarles a taparse la boca para toser o estornudar, y enseñarles a limpiarse los mocos y tirar el pañuelo a la basura.
Limpiar y desinfectar los juguetes y objetos que tocan y chupan los niños (sobre todo si los van a tocar y chupar otros).
Ventilar la casa cada mañana, pasar tiempo al aire libre y evitar sitios cerrados con mucha gente.
Tener hábitos saludables que ayuden a fortalecer su sistema inmunitario, como mantener una dieta equilibrada y descansar bien por la noche.
Fotos | iStock
Vía | Ministerio de Sanidad, CAV-AEP
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