No hay que tener remordimientos si se trata de un caso anidado en la propia familia, ya que de la denuncia depende que el niño que está sufriendo un determinado maltrato no quede marcado psicológicamente y pueda desarrollarse adecuadamente. El defensor del menor anima a todo el mundo a que adquiera conciencia del problema y actúe en consecuencia. Volvemos a destacar este tema porque es de vital importancia, no se debe permitir el maltrato infantil en ningún ámbito y como el que pueda darse dentro de una familia es el más complicado de detectar, deben subrayarse con más aplomo. El camino es largo y presenta dificultades, pero pueden ser perfectamente superadas con la colaboración de todos, sólo hay que tener esto muy presente, “lo que no quieras para tus hijos, no lo quieras para los demás niños".
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