Los niños, y también sus padres, sufren mucho estrés cuando tienen que permanecer ingresados en un hospital. Y más aún, si el pequeño tiene que someterse a una intervención quirúrgica.
En estos duros momentos, el apoyo y empatía de los doctores y el resto del personal médico es imprescindible para levantar el ánimo y lograr pasar el momento lo mejor posible.
Por eso, cualquier detalle que anime a los niños ayuda mucho. Eso es lo que piensa el cirujano pediátrico Robert Parry, que además de maejar el bisturí con soltura es también un artista aficionado. Desde 2011, cuando entró a trabajar en el Hospital infantil de Akron en Ohio (Estados Unidos), hace dibujos en los apósitos de sus pequeños pacientes para evitar que la cicatriz de su operación sea su único recuerdo.
Un pequeño gesto de empatía
El centro médico donde trabaja ha otorgado a sus numerosos gestos de generosidad el tercer puesto en su lista de los 10 mejores momentos de la década..
Para ilustrarlo, el hospital infantil recordaba hace unos días una publicación de alguno de sus dibujos en su cuenta de Facebook en 2017. Se ha compartido más de 100.000 veces y ha recibido miles de comentarios. Entre ellos, fotos de algunos de sus antiguos pacientes.
Y son muchos, porque desde que llegó a Akron, Robert Parry ha realizado más de 10.000 operaciones.
"Aunque la pluma no sea más poderosa que el bisturí, el cirujano pediátrico Robert Parry siempre se toma un momento para asegurarse de que una cicatriz no sea el único recuerdo duradero del procedimiento quirúrgico de un niño. Les sorprende con un apósito dibujado a mano con un personaje o algo que les gusta personalmente".
Con estas palabras presenta el hospital infantil un emotivo vídeo donde se ve al cirujano preguntando a sus pacientes con qué dibujo quieren que les sorprenda cuando se despierten de la operación con su cicatriz. Y también, pintando y contando cómo un pequeño gesto ayuda a los niños.
Según contó a la CNN, solo invierte cinco minutos en cada dibuo y sin embargo, "se convierte en algo muy especial para todos":
"Es divertido para mí y los padres y los niños realmente lo disfrutan. Incluso a todo el personal médico le gusta participar. Cada vez que uno de mis pacientes llega a la sala de recuperación, a todas las enfermeras les gusta echar un vistazo para ver qué dibujo lleva el niño en el apósito. Eso hace que todos, incluido yo, nos sintamos bien".
Ha dibujado flores, animales, escudos de superhéroes... Pero afirma que los diseños más solicitados por sus pequeños pacientes son personajes de Disney o los escudos de equipos deportivos.
Y parece que su larga lista de 'obras de arte' seguirá creciendo, porque los padres también afirman que les encanta la iniciativa.
Samantha Manning es una de ellas. Cuenta en la cadena de televisión que llevó a su hija de 11 meses, Rose, al Hospital Infantil de Akron después de que le diagnosticaran una enfermedad hepática que requería un trasplante. El Doctor Robert Perry estaba entre los cirujanos que la operaron y la dibujó un jardín de rosas en su apósito.
"Nos explicó que la idea se le ocurríió porque nuestra hija se llamaba Rose. Nos conmovió mucho. La rosaleda fue un símbolo de nuestra gran experiencia con el doctor y el hospital en general".
Fotos | Facebook Akron Children's Hospital
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