La piel de los bebés es un órgano muy sensible y delicado, y por su exposición al exterior así como por sus características inmaduras puede sufrir distintas alteraciones que hemos de saber identificar.
Éstas son diez alteraciones comunes en la piel de los bebés que son benignas y no necesitan tratamiento, sino que suelen desaparecer solas con el paso del tiempo. La mayorías son granitos y manchas cutáneas que se extienden en zonas más o menos localizadas del cuerpo del bebé.
- Pequeños granitos de color amarillo o blanco localizados en frente, nariz, labio superior y mejillas: hiperplasia de glándulas sebáceas. Estos granos se producen debido al agrandamiento de las glándulas sebáceas secundarias por la estimulación de los andrógenos maternos. Es un proceso benigno y desaparece progresivamente y sin tratamiento en las primeras semanas de vida.
- Pequeños quistes de color blanquecino localizados en cara, encías o paladar (donde se denominan perlas de Epstein). Estos pequeños quistecitos se llaman “Milium” y también se caracterizan por desaparecer en forma espontánea.
- Cambios de color de la piel cuando el bebé es expuesto a una temperatura ambiental baja. Como respuesta al frío su piel se torna de un color rojo o azul formando una red (reticulado). Este fenómeno tiende a desaparecer en forma gradual con el crecimiento del niño.
- En la gran mayoría de los niños recién nacidos se pueden ver manchas de color rosado pálido en los siguientes lugares: región central de la frente, párpados, labio superior y en la región de la nuca. Son los angiomas planos, que corresponden a lesiones vasculares, las cuales persisten durante unos meses. Estas lesiones pueden ser más notables con el llanto o el calor ambiental. Desaparecen por completo con el crecimiento del niño.
- Las manchas de color azul violáceo o grisáceo localizadas en la región lumbar y sacra se denominan “Manchas Azules”. Pueden extenderse en toda la espalda e incluso hacia los miembros inferiores. Desaparecen durante los primeros años de vida.
- El 50% de los niños recién nacidos pueden presentar en su piel una erupción con lesiones semejantes a un granito de color blanco amarillento rodeado de un halo rosado, denominado “eritema tóxico del recién nacido” o “urticaria del recién nacido”. Desaparece con el paso de las semanas.
- En un gran porcentaje de recién nacidos puede verse una descamación fundamentalmente localizada en muñecas, dorsos de manos y pies, rodillas, y en algunos casos en tórax. Esta es una descamación fisiológica (norma) en el recién nacido. Aparece dentro del primer y segundo día de vida, desapareciendo en forma espontánea hacia la tercera o cuarta semana de vida. Si la descamación aparece al nacer se relaciona con el tiempo de gestación: es un signo de postmadurez.
- La presencia de ampollas pequeñas localizadas en antebrazo, dedo pulgar, dedo indice y región media del labio superior, corresponden a lesiones secundarias a succión intrauterina, desaparecen en forma espontántea. Algunos bebés presentan unas pequeñas ampollitas en sus labios durante la lactancia (el callo de succión o ampolla labial), las cuales desaparecen también espontáneamente.
- La Sudamina o miliaria es una reacción secundaria a la transpiración en épocas de calor o por exceso de abrigo. Las lesiones se localizan con más frecuencia en cara, cuello, parte superior del tronco, extremidades y área del pañal.
- Hasta un 20% de los recién nacidos pueden presentar acné neonatal, las lesiones características son los granitos con pus o simplemente colorados que se localizan en mejillas, frente y mentón. Habitualmente se resuelven espontáneamente durante el primer mes de vida pero pueden en algunos casos persistir durante más tiempo.
Estas diez alteraciones son frecuentes en la piel del bebé recién nacido, pero como vemos no son preocupantes, pues suelen desaparecer solas con el paso del tiempo. No obstante, ante cualquier duda que tengamos o si el bebé muestra malestar, siempre habremos de acudir al pediatra para que las valore.
Vía | Zona pediátirca
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