La piel es el órgano más grande del cuerpo, y lo recubre completamente. Es una capa impermeable que nos ofrece protección contra el calor, la luz, las lesiones y las infecciones, impidiendo el acceso a nuestro cuerpo de bacterias y virus. Además, la piel evita que perdamos lo que llevamos dentro, especialmente el agua.
Pero este órgano tan asombroso tiene ciertas peculiaridades cuando hablamos de bebés y niños, de ahí que en la infancia la piel necesite de unos cuidados más específicos.
Con el objetivo de ayudar a los padres a entender todos los secretos de la piel del bebé, sus peculiaridades, cuidados y principales alternaciones, la marca de toallitas WaterWipes ha elaborado una práctica guía en formato ebook descargable.
Se trata de una selección de la A a la Z de los problemas más comunes y peculiaridades de la piel del bebé, que ha contado con el asesoramiento y aval de la conocida pediatra Nerea Sarrión.
Desde Bebés y Más os animamos a descargar esta guía gratuita, pues cuenta con información muy valiosa para que las familias sepan reconocer y tratar los problemas dermatológicos más frecuentes. A continuación os ofrecemos una selección de algunos de los temas que encontrareis en la guía de WaterWipes.
A: Acné neonatal
El acné neonatal son granitos blancos o rojos que aparecen entre la primera y cuarta semana de vida del bebé. Suelen extenderse por la nariz, barbilla, frente y pómulos. No pican ni son dolorosos, y acaban desapareciendo por sí solos sin necesidad de tratamiento.
Se produce por el efecto de las hormonas que han sido transferidas al bebé a través de la placenta, y que estimulan una mayor producción de las glándulas sebáceas.
No se recomienda aplicar ningún producto, ni mucho menos frotar la piel del bebé, pues podríamos dañarla.
B: Bacterias
Las infecciones bacterianas más frecuentes en la piel de los bebés y niños son las piodermitis o enfermedades ocasionadas por microorganismos que pueden localizarse en la parte más superficial de la piel.
Una de las más comunes es el impétigo. Se trata de una infección de la piel que aparece cuando determinadas bacterias (Streptococcus pyogenes y Staphylococcus aureus) penetran y proliferan en la piel dañada: roces heridas, picaduras....
Al principio, podemos observar unos granitos rojos y luego una ampolla que se rompe dejando una costra amarillenta. Es una infección bastante contagiosa, tanto en el propio niño (se rasca o toca las lesiones y pasa la infección a otras zonas) como por contacto con la lesión a otros niños.
En cuanto al tratamiento, debemos mantener la zona limpia con agua y con jabón y aplicar una pomada o crema antibiótica. En la mayoría de los casos la evolución con el tratamiento es muy buena; sólo algunos niños necesitan tomar antibiótico oral.
C: Costra láctea
La costra láctea aparece en cerca del diez por ciento de los recién nacidos y suele iniciarse en la segunda o tercera semana de vida. Dicha costra no es más que grasa seca, una dermatitis seborreica cuyo impacto es meramente estético.
Las causas de su aparición son variables, ya que puede tratarse de un factor genético, de un desarreglo hormonal fruto de las hormonas maternas que llegan a través de la placenta y hacen que las glándulas sebáceas segreguen exceso de grasa, o de factores meteorológicos.
D: Dermatitis
Es una enfermedad inflamatoria de la piel, no contagiosa y de carácter hereditario, asociada a una piel seca y fácilmente irritable. Puede afectar a cualquier parte del cuerpo del bebé y se manifiesta con lesiones que provocan un picor intenso.
Para prevenir la aparición de brotes es importante mantener limpia la piel e hidratarla con frecuencia con ayuda de productos específicos para piel atópica. También hay que evitar el exceso de sudor, apostar por tejidos naturales y suaves y evita la sequedad ambiental.
Mención aparte merece la dermatitis del pañal, una irritación, erupción o inflamación cutánea que afecta al área de los genitales, nalgas y entrepierna del bebé. Puede estar provocada por diversas causas, y para prevenirlo es importante mantener la piel siempre seca y limpia.
E: Eritema tóxico
El eritema tóxico o urticaria del recién nacido, es una enfermedad cutánea inflamatoria benigna que no necesita tratamiento y suele desaparecer por sí sola.
Consiste en una pequeña pápula de 1 a 3 mm de diámetro, que evoluciona a una pústula con un halo prominente eritematoso. Las lesiones se presentan en número variable y pueden unirse en placas de varios centímetros, concentrándose en el pecho, las extremidades y la espalda.
Normalmente aparece entre el primero y el tercer día de vida, y su duración se puede prolongar hasta la cuarta semana, aunque durante este periodo, pueden desaparecer y aparecer nuevamente.
No requiere tratamiento ni antibióticos, solo hidratar la piel del recién nacido como parte de su cuidado habitual.
Contiene la G: Hemangiomas
Los hemangiomas o angiomas son manchas rojas provocadas por la dilatación de los vasos sanguíneos de las capas más superficiales de la piel, que han crecido más de lo normal y pueden formar una especie de ovillo.
Muchos bebés nacen con estas marcas, aunque en otros casos se forman en los primeros meses de vida. Tienen una primera fase de rápido crecimiento en la que su volumen y tamaño aumentan rápidamente, seguida de otra de reposo, en la que el hemangioma cambia muy poco, y de una fase de involución en la cual comienza a desaparecer.
Requieren un control frecuente por parte del pediatra, del color y tamaño de la mancha por si pudiera cambiar de apariencia, pero la mayoría van reduciendo con el tiempo hasta desaparecer por completo.
H: Hongo cándida
Aproximadamente un tercio de los bebés de hasta seis meses puede tener muguet una infección muy común provocada por un hongo llamado “cándida albicans” (por eso, también se la llama candidiasis oral) que se manifiesta en forma de manchas blancas irregulares en el interior de las mejillas, el paladar, la lengua y los labios.
En principio, es totalmente inocua, aunque a veces puede ser un poco molesta para el bebé, causándole ardor y por ende, el rechazo de los alimentos.
Es necesario consultar con el pediatra, quien recetará un medicamento contra los hongos o antifúngico. Con el tratamiento el hongo desaparece en pocos días.
I: Ictericia
La ictericia es el color amarillento de la piel como resultado del acúmulo de bilirrubina. La bilirrubina es un pigmento presente en la sangre que se produce al romperse los glóbulos rojos. El hígado es el principal encargado de su eliminación. En los recién nacidos, y más aún en prematuros, es muy frecuente la ictericia pues su hígado es inmaduro.
Cuando los niveles de bilirrubina son muy elevados, el bebé necesitará ser tratado con fototerapia (se coloca debajo de una lámpara especial que favorece la eliminación de bilirrubina). En algunos casos, la ictericia puede ser síntoma de un problema subyacente (incompatibilidad de grupo sanguíneo entre la madre y el bebé, cefalohematoma, hemorragias, pérdida excesiva de peso problema hepático...), aunque afortunadamente son problemas poco frecuentes.
J: Jabón
A la hora de cuidar la piel del recién nacido es muy importante saber elegir productos suaves y acordes a sus características. Así, por ejemplo, cuando hablamos de jabones y geles para bebés hemos de optar por aquellos que se disuelven rápidamente con el agua, hacen muy poca espuma y sean adecuados tanto para la piel como para el cabello.
En un recién nacido es aconsejable evitar cualquier sustancia sintética de alto poder espumoso. Evita los productos que contengan alcohol, colorantes, conservantes o perfume. Cualquier producto utilizado para proteger la piel del bebé debe ser muy suave y de pH neutro.
Respecto la limpieza de la zona genital, podemos recurrir al agua y jabón, bien a toallitas para pieles sensibles si estamos fuera de casa. Una vez limpia la zona, se puede poner crema protectora para prevenir irritaciones.
M: Manchas en la piel
Es frecuente que los bebés presenten manchas o marcas de nacimiento. Es algo que preocupa mucho a los padres y suele ser de los primeros motivos de consulta al pediatra. La mayoría de estas marcas desaparecerán rápidamente sin ningún tipo de tratamiento, pero algunas pueden durar más tiempo o incluso ser permanentes.
En este artículo encontrarás todo lo referente a las marcas o manchas de la piel del bebé tras el nacimiento.
Contiene la O: Boca-Mano-pie
Se trata de una enfermedad eruptiva muy frecuente en la infancia, especialmente en niños de entre uno a cinco años de edad. Es benigna y está causada por varios virus de la familia del enterovirus.
La enfermedad se caracteriza por la erupción de pequeñas ampollas que no pican dentro y fuera de la boca (paladar, lengua, encías, labios...), el área del pañal, las palmas de las manos, plantas de los pies, y a veces también los dedos.
Esta enfermedad no tiene vacuna ni tratamiento específico, y lo único que podemos hacer en caso de que aparezca es tratar el malestar provocado por los síntomas (antitérmicos y analgésicos), aumentar la hidratación y el descanso.
Q: Quinta enfermedad
El eritema infeccioso o quinta enfermedad es una enfermedad vírica muy frecuente en niños entre los cinco y los 15 años. Está provocada por el Parvovirus B19, un virus que se propaga con gran facilidad, siendo más típico en las estaciones de primavera y verano. Su característica más llamativa es la aparición de un sarpullido rojo en las mejillas, como si hubieran sido abofeteadas, de ahí que también se la conozca como 'la enfermedad de la bofetada'.
Los síntomas iniciales que presenta esta enfermedad son muy similares a los de un proceso catarral leve: fiebre baja, dolor de cabeza y malestar general. Al cabo de unos días estos síntomas habrán remitido y el niño parecerá recuperado, pero entonces hará su aparición la erupción característica de esta enfermedad: un sarpullido de color rojo intenso que se localiza inicialmente en las mejillas.
En la amplia mayoría de los casos los niños se recuperan rápidamente y sin ninguna complicación.
R: Rozaduras
Las rozaduras en la piel son frecuentes en bebés en sus primeras semanas de vida, pues su piel es muy sensible y delicada y las prendas de ropa, los pañales u otros objetos en contacto pueden ocasionarle esta lesión. Para prevenirlo es importante cambiar el pañal con frecuencia, vestirle con tejidos naturales y transpirables e hidratar su piel con productos adecuados.
A medida que van creciendo, las rozaduras suelen ligarse sobre todo al calzado, especialmente en verano, cuando el número de zapato no es el adecuado a la talla del pie del niño, o cuando el calzado presenta alguna condición que lastima o ejerce presión sobre una zona concreta del pie.
Por ello es muy importante elegir el calzado adecuado para los niños en cada etapa de su desarrollo y evitar aquellos zapatos que puedan propiciar la aparición de esta molesta lesión.
S: Sudamina
Son pequeños granitos rojos o blancos que aparecen como consecuencia de la obstrucción de glándulas sudoríparas, por lo que suele ser un problema más frecuente en verano.
Aparecen principalmente en zonas de la cara, cuello, pecho o espalda. En la mayoría de los casos no necesita tratamiento y se resuelve en unos días. No obstante, es conveniente mantener la zona seca y evitar aplicar cremas muy densas que tapen las glándulas obstruidas.
U: Urticaria
Lo más característico de la urticaria es la aparición en la piel de los llamados "habones", pequeñas elevaciones de color más o menos rojizo y con bordes muy irregulares. Suelen picar mucho y además es muy típico que aparezcan y desaparezcan con rapidez, por lo que da la sensación de que van cambiando de sitio.
La urticaria es una reacción a muchos desencadenantes diferentes. A veces no se encuentra una causa específica, aunque lo más frecuente es que se deba a infecciones víricas o a reacciones alérgicas.
V: Vernix casesoso
Son muchos los bebés que nacen cubiertos por un ungüento blanquecino, especialmente en los pliegues de las extremidades, el cuero cabelludo y la espalda. Se trata de la vérnix caseosa o unto sebáceo, una sustancia que protege su piel dentro del útero materno.
La vérnix cumple también importantes funciones una vez que el bebé ha nacido, pues protege su piel frente a infecciones bacterianas y hongos, e incluso favorece la curación de lesiones cutáneas. Además, los recién nacidos que mantienen la vérnix en su piel regulan mejor su temperatura, presentan menos cantidad de lesiones, una mayor hidratación cutánea y una mayor elasticidad en su piel.
Por todo ello es tan importante no bañar al bebé en sus primeras horas, ni esmerarse en limpiarlo para que luzca perfecto
Contiene la X: Exantema súbito
El exantema súbito, también llamado roséola infantil o sexta enfermedad suele darse la mayoría de las veces (un 90 por ciento) en bebés de hasta dos años de edad.
Se trata de una una erupción de la piel producida casi siempre por el virus del herpes, concretamente el 6 (HHV-6), y el 7 con menos frecuencia.
Entre sus síntomas está la fiebre muy alta (más de 39 grados) de inicio repentino, la congestión nasal, enrojecimiento faríngeo, de los tímpanos, de las conjuntivas y aumento de tamaño de los ganglios de la nuca. Cuando la fiebre desaparece, aparece un exantema o erupción cutánea rosada que comienza por el tórax y se extiende a la cara y casi nada a las piernas y brazos. Dura un par de días, no escuece y al presionar la piel con el dedo las manchas desaparecen.
Contiene la Z: Mancha de Baltz
La melanocitosis dérmica congénita, más conocida como mancha mongólica (MM) o mancha de Baltz es la lesión pigmentada más frecuente en recién nacidos.
Se trata de zonas extensas y lisas de la piel muy pigmentadas, que parecen azules o verdes (como los moratones) y suelen aparecer en las nalgas o en la espalda. Son muy comunes, sobre todo en los bebés de piel morena. Son benignas y no revisten ninguna importancia ni necesitan tratamiento.
Las manchas desaparecen con el tiempo, aunque su duración es variable.
Vía | WaterWipes
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