La vuelta al cole se acerca, y aunque muchos niños lo viven con gran emoción y entusiasmo, para otros puede suponer un importante foco de estrés y ansiedad.
Por eso, un psiquiatra de Harvard ha compartido una serie de señales que deberían ponernos a los padres en alerta. Si las detectas en tu hijo es importante que le prestes ayuda para que pueda enfrentarse a la vuelta al cole de una forma relajada y positiva.
Cambios de comportamiento. Los niños que experimentan ansiedad ante el inminente regreso a las aulas suelen mostrar cambios de comportamiento, siendo los más notables el mal humor, la apatía o desgana por hacer cosas, tristeza y desmotivación.
Trastornos de sueño. Aunque es normal que durante el verano las rutinas de sueño se hayan flexibilizado, si notas que últimamente tu hijo está durmiendo más o menos horas de lo habitual, tiene pesadillas, terrores nocturnos o cualquier otro trastorno del sueño, podría tratarse de un problema de ansiedad.
Pérdida del nivel de energía. Los niños tienden a derrochar energía y vitalidad, por eso, si detectas que sus niveles de energía han caído últimamente y que no le apetece hacer nada, es recomendable que lo consultes con el pediatra si así lo consideras.
Dolencias físicas. Los dolores de cabeza y de estómago son las dolencias más habituales entre aquellos niños que padecen ansiedad ante la idea de volver al cole. Este tipo de dolores pueden ser una somatización del estrés.
Las tasas de ansiedad en niños se han disparado
Según ha declarado el doctor Gene Beresin, de la Facultad de Medicina de Harvard, las tasas de ansiedad y depresión en niños se han elevado notablemente en los últimos años, especialmente a raíz de la pandemia.
Pueden ser muchos los factores que provoquen estrés y ansiedad en los niños, siendo las razones más frecuentes la llegada de un nuevo miembro en la familia, la separación de los padres, un cambio de casa o de colegio y el inicio de las clases.
Y es que para algunos, la vuelta al cole no siempre trae cosas positivas, pues entre otros factores implica decir adiós a semanas de diversión, recuperar las estrictas rutinas y horarios y separarse de los padres tras dos meses haciendo todo juntos. Por otro lado, no podemos olvidar que tristemente también hay niños para quienes volver al colegio supone un foco de estrés importante debido a otros problemas mayores (bullying, problemas de aprendizaje, altas capacidades no atendidas...).
Por eso es importante que los padres seamos conscientes de que los niños también pueden sufrir estrés y ansiedad ante la vuelta a la rutina, al igual que nos pasa a los adultos, y sepamos identificar las señales de alarma para prestarles la ayuda que necesitan.
Recuperar las rutinas de forma paulatina para que evitar cambios bruscos, pasar tiempo de calidad con los hijos, escuchar sus preocupaciones sin juicios ni interrupciones y validar sus sentimientos son formas de ayudar. No obstante, si el comportamiento de tu hijo te preocupa o tienes cualquier duda al respecto, no dejes de consultarlo con un profesional.