El gobierno australiano sancionará con multas cada 15 días a los padres que no vacunen a sus hijos
A pesar de los múltiples estudios e investigaciones que respaldan la efectividad de las vacunas para salvar vidas, el movimiento antivacunas es uno que continúa siendo fuerte en muchos países, y por ello, algunos gobiernos se han visto obligados a crear leyes que le pongan un alto.
El caso más reciente es el de Australia, que desde hace unos días comenzó con una nueva medida: multar cada 15 días a los padres que no vacunen a sus hijos.
Hace algunos años el gobierno de Australia anunció el programa "No Jab, No Pay", que se traduce como "Sin pinchazo no hay paga", del que ya hablamos en su momento, y en el que los padres que no vacunaran a sus hijos dejarían de recibir los beneficios fiscales que percibían por el cuidado de los hijos.
Hace poco más de un año, decidieron añadir otra medida más a este programa con el lema "Sin pinchazo no hay juego", y con la que negarían el ingreso a las escuelas a aquellos niños que no estuvieran vacunados.
Ahora, esta nueva medida que entró en vigor el domingo pasado, obligará a los padres que no vacunen a sus hijos a pagar una multa de aproximadamente 18 euros cada 15 días mientras continúen sin vacunar a sus hijos. Los padres que cobren un salario mayor a los 80 dólares al día, deberán pagar una suma más alta.
Con esta multa, se busca continuar con la iniciativa que elimine a los antivacunas en Australia, y además, que sirva de recordatorio constante a los padres sobre la irresponsable decisión que es el no vacunar a sus hijos, ya que no solo pone en riesgo la salud de ellos, sino la de otras personas.
Otros países que han tomado medidas similares
Australia no es el primer ni el único país que ha decidido tomar medidas legales para ponerle fin a este movimiento que pone en riesgo la salud de todos. En 2017, eran 14 los países que han impuesta la vacunación obligatoria.
Italia, por ejemplo impuso la vacunación obligatoria en los niños menores de seis años para el ingreso a guarderías y escuelas infantiles, mientras que en el caso de los niños que superen esa edad, los padres recibirían multas de hasta 7.500 euros.
Francia por su parte, anunció el año pasado que a partir de 2018 impondría la vacunación obligatoria de 11 enfermedades para los menores de dos años. Antes de ello, tres vacunas eran obligatorias, mientras que las ocho que añadieron eran solamente recomendadas.
¿Es necesario llegar a esto?
Desafortunadamente, sí lo es. Y podemos comprobarlo con cifras. De acuerdo con reportes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2017 aumentaron en un 400% los casos de sarampión, en comparación con los que se presentaron en 2016.
Los países más afectados fueron Rumania, Italia y Ucrania, donde son muy fuertes los movimientos antivacunas, aunque también la desinformación por falta de presupuesto para campañas de vacunación y la vacunación incompleta, en la que los padres no aplican las segundad dosis, ha tenido mucho que ver.
La OMS ya está tomando medidas para frenar los brotes que ya existen y evitar futuros contagios. Entre ellas está el sensibilizar e informar a la población, sin embargo, con la fuerza del movimiento antivacunas, es probable que continúe siendo necesario que más países sigan adoptando medidas legales para imponer la vacunación obligatoria.
Foto | iStock
Vía | El País
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