Las mascarillas han irrumpido en nuestras vidas y ya no imaginamos lo que era salir a la calle sin ellas. Todos los niños a partir de los seis años deben llevarlas -excepto niños con alteraciones conductuales- y son recomendables en niños a partir de los tres años, siempre que hagan buen uso de ellas (si se la están tocando a cada rato, no tiene sentido). Para los más pequeños, en niños menores de dos años, están prohibidas por el riesgo de asfixia.
Las mascarillas recomendadas por el Ministerio de Sanidad de forma general para los niños sanos son las mascarillas higiénicas, ya sean las mascarillas higiénicas no reutilizables -o quirúrgicas- (homologadas según la norma UNE 0064-2:2020), o las higiénicas reutilizables de tela (homologadas según la norma UNE 0065:2020) que admiten un determinado número de lavados.
Pero últimamente han entrado en escena con mayor fuerza las mascarillas FFP2, cuya demanda se ha duplicado en España en el último mes, en pleno debate de si deberían ser obligatorias en cierto espacios públicos cerrados, como ya sucede en otros países como Alemania, Austria y Francia.
Las mascarillas FFP2 proporcionan mayor protección frente a la Covid, puesto que además de proteger a los demás de las micropartículas que exhalamos al hablar, toser o estornudar (si no tienen válvula), también nos protegen a nosotros mismos del contagio.
¿Qué son las mascarillas FFP2?
Este tipo de mascarillas son Equipos de Protección Individual (EPI) y se recomiendan fundamentalmente para uso profesional, para crear una barrera entre un riesgo potencial y el usuario. Las mascarillas EPI tienen como finalidad filtrar el aire inhalado evitando la entrada de partículas contaminantes en nuestro organismo.
Según su eficacia de filtración, pueden ser de tres tipos, según el estándar europeo:
- FFP1: eficacia de filtración del 78 por ciento. Eficacia baja.
- FFP2: eficacia de filtración del 92 por ciento. Eficacia media.
- FFP3: eficacia de filtración del 98 por ciento. Eficacia alta.
La FFP2 es equivalente en certificación a la N95, según estándares de Estados Unidos, y a la KN95, según estándares chinos. Las hay de diferentes diseños: cónica, horizontal (pico-pato) y vertical. El tiempo de duración depende de cada fabricante, pero se recomienda no usar la mascarilla durante más de cuatro horas. No son reutilizables; luego de su uso, se desechan.
¿Para quiénes están recomendadas?
Como comentábamos antes, están indicadas principalmente para proteger a los profesionales sanitarios que están en contacto directo con el virus. También pueden estar recomendadas para grupos vulnerables por indicación médica.
Según indica la Asociación Española de Pediatría, las mascarillas FFP2 estarían recomendadas para niños que por su patología de base deban tener una mayor protección (inmunosupresión, enfermos crónicos, pacientes que han sido oncológicos, etc).
Hemos consultado con Mar Santamaria, farmacéutica de PromoFarma, si las mascarillas FFP2 son recomendables para la población infantil, y nos ha respondido:
"No serían las de primera elección, ni necesarias a priori. Solo las aconsejaría si son niños con enfermedades crónicas/debilitantes/problemas inmunológicos y se encuentran en un entorno de alto riesgo, como transporte público, interior concurrido y poco ventilado".
En este documento de la Asociación Española de Pediatría podéis consultar, por especialidades, en qué casos se recomienda el uso de mascarilla FFP2 en niños con enfermedades crónicas.
¿Qué debo mirar en la etiqueta?
Si vas a comprar una mascarilla FFP2, para saber si está homologada y por tanto cumple con la protección adecuada, debe indicar en el paquete:
- El tipo de mascarilla: si es FPP1, FFP2 o FPP3.
- El sello CE de certificado europeo, seguido de cuatro números.
- La referencia a la norma UNE EN-149, que asegura el cumplimiento de un estándar de calidad.
- El marcaje NR indica que el producto es No Reutilizable y el marcaje R, que es Reutilizable.
No hay FFP2 homologadas para niños
La empresa gallega First Protect, fabricante de mascarillas, explicaba hace pocos días en un comunicado algo que pocos sabíamos: no hay mascarillas FFP2 para uso infantil con homologación europea.
“La homologación otorgada es para un único modelo y tamaño y todos los test para superar las pruebas de la CE se realizan con ese modelo y tamaño en concreto. Para poder vender las infantiles utilizan ese mismo certificado, pero las de tamaño infantil no realizan ningún tipo de test, después imprimen la referencia que aparece en certificado CE de adulto con el resto de datos obligatorios por ley, con lo cual es muy difícil comprobar su autenticidad ya que cuentan con un certificado ‘real’”, indica la empresa gallega en su comunicado.
Es decir, podemos encontrar a la venta mascarillas homologadas en tallas más pequeñas que están etiquetadas "para niños", pero realmente no han sido testadas en niños.
La morfología de la cara de un niño es diferente a la de un adulto. Por tanto, a la hora de comprar una FFP2 para un niño es muy importante asegurarse que la mascarilla quede bien ajustada a la cara, para que cumpla su función de protección. Debe ajustarse correctamente, abarcando desde la nariz hasta la barbilla, y sin espacio sobrante en los laterales.
Cómo adaptar una FFP2 de adulto para niños
Por último, os dejamos un vídeo sobre cómo adaptar una FFP2 de adultos para niños, para que en el caso de necesitarla, os aseguréis de que están bien protegidos.
Fotos | iStockphoto y Wilfried Pohnke en Pixabay
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