Una de las costumbres más arraigadas entre los niños, especialmente entre los más pequeños, es la de meterse el dedo en la nariz y hurgar en ella, con el consiguiente riesgo de provocarse heridas o incluso hemorragias nasales.
Las heridas o costras dentro de la nariz generan muchas molestias, escozor, picor y a veces dolor, dada la sensibilidad de la zona.
Si tu hijo tiene heridas dentro de la nariz te explicamos cómo puedes curarlas y qué hacer para evitar que vuelvan a aparecer.
¿Por qué salen heridas dentro de la nariz?
Como acabamos de mencionar, la aparición en niños de heridas dentro de la nariz están causadas principalmente por rozaduras, arañazos o cortes al meterse el dedo.
Al igual que sucede cuando se caen y se hacen una herida en la rodilla, dentro de la nariz también aparece una costra que genera tirantez y sequedad, lo que suele llevar al niño a meterse nuevamente el dedo en un intento de aliviar las molestias, pudiendo provocar un desprendimiento de la costra y de nuevo una herida abierta.
Pero las heridas dentro de las fosas nasales también pueden aparecer por otros motivos, como por ejemplo:
Sequedad nasal
Los ambientes secos de las casas provocados por la calefacción en invierno y el aire acondicionado en verano, resecan la mucosa nasal (así como la piel del cuerpo y los labios) y propician la aparición de costras, grietas y heridas.
También los cambios constantes de temperatura y humedad propician la inflamación de las membranas mucosas y la formación de heridas.
Rinitis, resfriados y sinusitis
Si el niño está resfriado, tiene rinitis alérgica o sinusitis, tendrá una mayor secreción nasal e inflamación de la mucosa. Esto le llevará a utilizar continuamente pañuelos de papel para sonarse, provocándole irritación externa y roces y heridas internas.
Herpes simple
El herpes labial, también conocido como herpes oral, herpes febril o "calentura", es una lesión a base de ampollas que normalmente aparece en los labios o alrededores de la boca, aunque también podría extenderse cerca de la nariz provocando dolor, quemazón y picor.
Qué hacer para curar las heridas de la nariz
Si nuestro hijo se queja de heridas, irritación o inflamación de la mucosa nasal podemos seguir los siguientes consejos para aliviar las molestias:
- Hidratar frecuentemente la nariz con suero salino, lo que además ayudará a mantener la herida limpia.
- Cuando la nariz esté correctamente limpia podemos aplicar en la herida un poquito de pomada o bálsamo intranasal, formulado específicamente para ayudar a cicatrizar e hidratar la mucosa nasal. Pide consejo al farmacéutico.
- Evita los ambientes secos. Puedes utilizar humidificadores o recipientes de agua para mejorar la humedad de la estancia.
- Enseña al niño a sonarse la nariz correctamente y de forma suave, para evitar en la medida de lo posible empeorar las lesiones e irritaciones.
- Procura que el niño no se toque la nariz ni se meta el dedo, pues la herida podría tardar más tiempo en cicatrizar, o incluso empeorar e infectarse.
Si al cabo de unos días la herida no ha curado o tu hijo se queja de molestias continuamente, debes acudir al pediatra para una valoración, pues podría ser necesario aplicar una pomada antibiótica u otro tipo de medicamento.
Cuidados y hábitos de higiene para evitar heridas en la nariz
Es importante cuidar la salud de la mucosa nasal y mantener limpia nuestra nariz, pues las fosas nasales son una de las vías de entrada del aire que respiramos.
De este modo, y con el fin de prevenir la aparición de heridas, irritaciones o lesiones dentro de la nariz, debemos seguir las siguientes recomendaciones:
- Cuando estéis en casa, mantén unos correctos niveles de humedad en el ambiente. La humedad ideal del aire debería mantenerse entre un 40 y un 60 por ciento. Si es menor, un humidificador puede contribuir a elevarla.
- Habla con tu hijo sobre la importancia evitar prácticas que comprometan la salud de la mucosa nasal, como meterse el dedo en la nariz, tocarse con las manos sucias, sonarse la nariz muy fuerte o de forma incorrecta... Igualmente, debemos evitar exponer a los niños a agentes irritantes como el humo del tabaco.
- Realiza lavados nasales con suero fisiológico si tu hijo se queja de sequedad nasal, si está congestionado o si notas que el ambiente está especialmente seco o cargado.