Al principio de la pandemia, cuando aún no se tenían datos fidedignos de cómo se comportaba el nuevo coronavirus, se pensaba que los niños no se contagiaban pero eran el grupo más importante de transmisión y que por tanto había que tenerles separados de los grupos de riesgo, como los abuelos.
Diferentes estudios han ido demostrando que esta afirmación no es realmente válida, y que propagan el virus igual que los adultos, unos datos a tener muy en cuenta cuando los niños están regresando a las aulas y preocupa pensar si reabrir los colegios traerá nuevos rebrotes.
La plataforma 'Kids Corona', un proyecto del Hospital Sant Joan de Déu (Barcelona) lleva desde abril intentando responder a la pregunta "Cómo transmiten los niños el coronavirus SARS-CoV-2 a otros menores o a adultos".
Así, este verano ha querido comprobar cómo se transmite en un entorno similar al escolar, el primero y más amplio realizado en todo el mundo, llevado a cabo durante cinco semanas un estudio de investigación en campamentos de verano del área de Barcelona. Se ha demostrado que los grupos burbuja y las medidas higiénicas sanitarias funcionan para contener al virus, y que los niños con convivencia estable transmiten el virus hasta seis veces menos que los adultos.
Reabrir los colegios sí, pero con medidas de seguridad
Parece ser la conclusión a la que se llega tras ver los resultados del estudio en campamentos de 'Kids Corona', que también señala una alta correlación entre la incidencia de la infección en la población general y el número de casos detectados en los centros de la misma zona. Por eso, apuesta por el cribado proactivo en áreas de alta incidencia como método muy efectivo.
Para llegar hasta aquí, se han recogido durante este verano 2.000 muestras durante 5 semanas, 1.700 niños de entre 3 y 15 años y 400 monitores han participado en este análisis sobre el comportamiento del virus SARS-CoV-2 en un entorno similar al escolar, en 22 campus escolares y deportivos de verano de Barcelona y el área metropolitana.
En las semanas que se ha llevado a cabo el estudio de campo, diversos niños y monitores han dado positivo en las pruebas de detección del virus y se han puesto en cuarentena los grupos de convivencia estables en los que se habían producido contactos con casos positivos o sospechosos.
Otro criterio de inclusión ha sido que cada participante asistiese al menos dos semanas al casal (campamento) para que tuviese un contacto relativamente prolongado con el resto de niños y niñas del grupo de convivencia estable. De forma semanal se ha realizado una PCR en saliva a todos los niños y adultos participantes y, en uno de los centros se han realizado PCRs nasofaríngeas. En todos los casos se ha llevado a cabo un seguimiento de los casos que han dado positivo.
Las actividades se han desarrollado en un entorno similar al de una escuela, implementando medidas básicas de contención de riesgo: lavado de manos frecuente, grupos “burbuja” reducidos, uso de mascarilla y actividades principalmente al aire libre.
Las conclusiones más relevantes del estudio en campamentos
En cinco semanas se ha identificado un total de 39 nuevos casos: 30 niños y 9 monitores. Los 30 casos pediátricos han tenido contacto con 253 niños durante los campamentos (pertenecientes a sus grupos estables de convivencia), 12 de los cuales (4,7%) han sido contagiados (positivos secundarios), lo que representa un número básico de reproducción local del 0,3: casi seis veces menos contagio que la población general (1,7 a 2).
La mayor parte de los nuevos casos pediátricos detectados (22) no han transmitido ninguna infección en los campamentos. Solo cinco casos lo han contagiado a un contacto, dos a dos contactos y uno a tres contactos.
- La distribución de niños y niñas en grupos 'burbuja', tal como se ha hecho en los casales de verano, se ha mostrado eficaz para contener la transmisión de la infección, para facilitar la trazabilidad de los contactos y para permitir la cuarentena selectiva.
Así lo señala la investigadora principal del estudio, Iolanda Jordan, que añade que "esto no excluye que un sistema con grupos más grandes no pueda funcionar correctamente".
Lavarse las manos de forma protocolizada cinco o más veces al día se ha asociado a una disminución en la transmisión de enfermedad.
Los test PCR en saliva son fiables y mejor aceptados por los niños que las pruebas nasofaríngeas.
Así explica Iolanda la importancia de este estudio, afirmando que "de esta manera, se conseguirá mantener la transmisión de la infección a niveles muy bajos y garantizar el funcionamiento normal de la mayoría de las escuelas".
Otros estudios también desmienten el papel protagonista de los niños en la transmisión de Covid-19
Desde que comenzó la pandemia, son varios los estudios que apuntan al papel menos protagonista de los niños en la transmisión de Covid-19. También ahora, con los niños regresando a las aulas, esta posibilidad de transmisión preocupa y mucho, para saber cómo se va a comportar el virus y si la apertura de los colegios va a traer nuevos brotes.
Una investigación realizada por el Hospital de Niños Ann & Robert H. Lurie de Chicago (EE.UU.) comprobó que los niños pequeños propagan el coronavirus tanto como los mayores. También un gran estudio de Corea del Sur avanzaba en el mismo sentido, aclarando que los niños mayores de 10 años se contagian de Covid-19 tanto como el resto, aunque sí parece demostrado que a los niños más pequeños les afecta menos.
En ese sentido, los pediatras americanos apostaban por reabrir los centros escolares porque los niños transmiten la Covid-19 entre sí o a los adultos con poca frecuencia, siempre que sigan las pautas de distanciamiento social apropiadas.
También este mismo estudio Kids Corona, en una primera fase presentada en junio, llegó a la conclusión de que los niños se contagian con tanta frecuencia como los adultos, aunque presenten síntomas más leves.
A conclusiones similares llegó un estudio francés en el que un niño con Covid-19 expuso a más de 80 compañeros de clase en tres escuelas y ninguno la contrajo.
Similar son los datos de otro en Nueva Gales del Sur, donde nueve estudiantes infectados y nueve miembros del personal de 15 escuelas expusieron a un total de 735 estudiantes y 128 miembros del personal a la Covid-19. Sólo se produjeron dos contagios más de los iniciales.
Un estudio del Hospital General de Massachusetts, en Estados Unidos, apuntó recientemente a que los niños tienen mayor carga viral pese a tener menos síntomas, lo que los podría convertir en mayores y más ocultos transmisores.
Ahora, los resultados del nuevo estudio del Hospital Sant Joan de Déu son relevantes, pero también tienen sus limitaciones y no se sabe hasta qué punto se pueden extrapolar al resto de la población infantil. Los investigadores señalan que el seguimiento se ha hecho en solo cinco semanas y que las cifras provienen de pruebas PCR: los test serológicos podrían provocar alguna variación.
Además, la mayor parte de las actividades de los campus de verano se han hecho al aire libre y con grupos pequeños, de forma que los resultados no son directamente extrapolables a otras condiciones.
Por eso, la autora principal añade que será más adelante cuando se conozca cómo se comporta el virus en otros medios “lo que sabemos es que en estas circunstancias las colonias urbanas transmiten poco”. Una segunda fase de la investigación analiza ahora cómo esos 30 niños contagiados han transmitido el virus a sus familias.
Vía | Hospital Sant Joan de Déu
Fotos | iStock
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