Recientemente conocimos el caso de un chico que había desafiado a sus padres antivacunas, vacunándose al cumplir la mayoría de edad. También conocimos la medida que había tomado Holanda, al permitir a los adolescentes que no habían sido vacunados en su infancia, decidir si querían vacunarse al cumplir los 16 años.
Ya sea por decisión propia al llegar a la adolescencia, o porque en algún momento de la infancia los padres se replantean su postura y deciden vacunar a sus hijos, la Asociación Española de Pediatría contempla unos calendarios especiales para este tipo de situaciones en las que debe procederse a la "vacunación acelerada".
Te contamos cómo se procede en estas situaciones y qué debe tenerse en cuenta.
¿La vacunación puede iniciarse en cualquier momento de la vida?
Por supuesto que sí. Las vacunas tienen como objetivo salvar vidas previniendo enfermedades potencialmente graves, y aunque el calendario vacunal que manejamos normalmente, está diseñado para que las vacunas sean administradas lo antes posible al bebé, también pueden ponerse en otras etapas de la vida.
¿En qué casos hablamos de niños "mal vacunados"?
Los niños incorrectamente vacunados son aquellos que no cumplen con el calendario oficial de vacunas, bien porque nunca han sido vacunados, o bien porque, por edad, deberían haber recibido más dosis que las que tienen puestas.
Esta situación puede producirse por varias causas:
Padres que han decidido no vacunar a sus hijos
Padres que no llevan un control minucioso de la cartilla de vacunación de sus hijos, y han olvidado administrarles algunas dosis
Niños inmigrantes o adoptados en países donde el calendario vacunal es muy diferente al nuestro, y al venir a España corren el riesgo de estar desprotegidos frente a ciertas enfermedades.
¿Cómo se procede a la vacunación en estos casos?
Cuando los padres que se encuentran en alguna de las situaciones anteriormente mencionadas, desean optar por la "vacunación acelerada" (bien sea por un cambio de opinión, por subsanar los olvidos o por adaptarse al calendario vacunal oficial de nuestro país), lo primero que deben hacer es ponerse en contacto con su centro de salud.
Si este es el caso, las vacunas puestas anteriormente se deben considerar válidas siempre que estén registradas o identificadas, respeten la edad mínima de aplicación de la vacuna y los intervalos mínimos entre las dosis de la misma.
Así queda el calendario, cuando nunca se ha vacunado a un niño
Puesto que cada caso concreto requiere de un análisis personalizado que debe realizar el pediatra, nosotros vamos a centrarnos exclusivamente en el caso particular del niño o adolescente que no haya sido vacunado nunca, y llegado el momento se quisiera proceder a su vacunación acelerada.
Según podemos ver en este calendario general del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, a cada vacuna le corresponde un determinado número de dosis, en función de la edad o rango de edad en que se administre.
Para comprobar el tiempo que debe transcurrir entre dosis, el CAV-AEP publica los siguientes calendarios, en función del intervalo de edad que tenga el niño que vaya a someterse a la vacunación acelerada:
Niños con edades comprendidas entre los cuatro meses y los seis años
A la izquierda tenéis las vacunas que deben administrarse, aunque algunas como la del Rotavirus y el Meningococo B (Bexerso y Trumemba) son opcionales y no están financiadas por la Seguridad Social.
La columna en la que pone "edad mínima", quiere decir que por debajo de esa edad no se puede poner la vacuna. Una vez administrada la primera dosis, se establece a la derecha el tiempo mínimo que debe pasar para administrar las siguientes. La cantidad de dosis dependerá de la edad del niño en el momento de poner la primera, o de la edad en el momento de poner la última.
Niños con edades comprendidas entre los siete y los 18 años
El funcionamiento es el mismo pero las dosis son menos, porque a partir de los siete años el sistema inmunitario del niño es más potente y requiere de menos vacunas para conseguir la misma protección.
El peligro de no estar vacunado
Aunque nunca es tarde para vacunar a nuestros hijos y cualquier cambio de opinión a favor de la vacunación siempre es bien recibido, es importante tener en cuenta que mientras el niño esté sin vacunar o mal vacunado, no estará correctamente protegido frente a múltiples enfermedades, algunas de ellas potencialmente muy graves.
Otras, como el sarampión o la varicela, son enfermedades muy contagiosas y de fácil propagación, que pueden ocasionar brotes y en ocasiones complicarse con cuadros más graves e incluso provocar la muerte.
Por todo ello, lo ideal es comenzar la vacunación incluso desde el útero materno, y ser conscientes de la importancia de cumplir a tiempo con todas las vacunas, incluso en la adolescencia.