Nuestros adolescentes también sufren depresión y ansiedad, y es importante identificarlo a tiempo para actuar

El cinco por ciento de los adolescentes españoles sufre un trastorno depresivo, y el 20 por ciento tiene ansiedad. Estos son los datos que se desprenden del "VI Curso de Salud integral en la Adolescencia", organizado por la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA) en el Hospital Universitario de La Paz, de Madrid.

Recientemente, la OMS alertaba sobre la importancia de prevenir la aparición de las enfermedades mentales en la adolescencia. No en vano, la mitad de los trastornos de salud mental que sufre la población, comienza antes de los 14 años.

Las principales presiones de los adolescentes

"Los adolescentes... ¡madre mía!", "Están en la edad del pavo. Pasan de todo". "No puedo con ellos"... Este tipo de comentarios suelen escucharse con frecuencia cuando se habla de los adolescentes.

Y aunque es cierto que puede tratarse de una etapa difícil (por los múltiples cambios que conlleva), los expertos insisten en la importancia de no reducir sus comportamientos a estereotipos, y saber identificar la existencia de un problema.

"Normalmente se les tacha de estar en una edad complicada, en la que sufren muchos cambios en el ámbito personal y social, en vez de identificar la existencia de un serio problema" - alertaba el doctor Félix Notario, pediatra de la Clínica Rosario (HLA Grupo Hospitalario) y miembro de la SEMA.

La adolescencia es un periodo de maduración biológica que tiene lugar, aproximadamente, entre los 12 y los 17 años. En esta fase, el niño comienza a experimentar una serie de cambios físicos, tiene que empezar a asumir importantes responsabilidades, y su vida suele verse influenciada por diversos factores (ambientales, culturales, sociales...).

Para muchos es una época apasionante, pero tantos cambios también pueden suponer un gran estrés en el adolescente. De hecho, según los datos expuestos durante el "VI Curso de Salud Integral en la Adolescencia", la sociedad competitiva y la presión que ejerce Internet provoca "que la comparación sea continua en una edad en la que se aprende a ser", pudiendo causar ansiedad, inseguridad y baja autoestima.

Si atendemos a la última investigación sobre adolescentes realizada por Pew Research Center en Estados Unidos, las principales presiones a las que son sometidas los jóvenes de entre 13 y 17 años son:

Todo ello puede hacer que el adolescente afronte la etapa que está viviendo con inseguridad, miedo o presión. Y sin herramientas y recursos emocionales para afrontarlo, podría desencadenar en cuadros de ansiedad o depresión.

Signos de depresión y ansiedad en adolescentes

Según la organización Mental Health America, la depresión es una enfermedad que puede afectar tanto física como mentalmente, pues influye en nuestro modo de vivir, sentir y pensar. Entre los síntomas más característicos está la necesidad de aislamiento social, los trastornos del sueño, la pérdida de apetito y la falta de interés o placer por realizar diversas actividades.

Por su parte, un trastorno de ansiedad se caracteriza por un estado mental de alerta y miedo persistentes y sin razón aparente. Entre sus múltiples síntomas están los temblores o tics, la dificultad para respirar, las palpitaciones, los trastornos alimentarios y de sueño, los dolores de cabeza, y la pérdida de autotestima.

¿Qué hacer si creemos que nuestro hijo adolescente padece estrés o ansiedad?

Cualquier problema, disgusto o circunstancia acaecida en la vida de una persona puede llevar aparejado un sentimiento de tristeza, abatimiento o estrés que no implica necesariamente una depresión o un trastorno de ansiedad.

Pero si los signos que percibimos en nuestro hijo adolescente aparecen todos juntos o casi todos los días durante un periodo de tiempo determinado, es muy importante tomar medidas urgentes.

"Debemos tener en cuenta, en primer lugar, factores hereditarios que, de existir, pueden tener un peso importante en el desarrollo de esta patología y, en segundo lugar, tenemos que valorar de manera global la situación personal del adolescente: consumo de sustancias, pérdidas personales significativas, uso excesivo de las redes sociales y de las tecnologías, etcétera que pueden estar ocasionando un aislamiento excesivo" - destacaba el doctor Notario.

Ante este tipo de situaciones, los expertos aconsejan dedicar tiempo a nuestro hijo, escucharle y hablar con él para intentar identificar el problema/situación que le está provocando la depresión o el cuadro de ansiedad. Además, es fundamental acudir al pediatra o al médico de cabecera lo antes posible, para recibir asesoramiento sobre la forma de proceder.

Es fundamental diagnosticar de forma precoz cualquier trastorno mental, para poner el tratamiento adecuado e impedir que desemboque en problemas más graves

Fotos | iStockphoto

Vía | El País, ABC

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