Hace dos días hablamos de las enfermedades más comunes en la infancia, desde que nacen hasta esa edad, hacia los cinco años (año arriba, año abajo), en que empiezan a enfermar cada vez menos. Os explicamos las enfermedades respiratorias más habituales, así como las acabadas en "itis" (gastroenteritis, otitis, laringitis, conjuntivitis...), para que conocierais un poco su nombre y lo que suponen.
Pues bien, aunque muchas de ellas las padecerán hagamos lo que hagamos, en muchos momentos podemos esquivarlas, o prevenirlas, o ayudarles a que sean más leves, si seguimos estas nueve estrategias para evitar que los niños se pongan enfermos.
Los nueve consejos básicos para ayudar a los niños a enfermar menos
Aunque, como decimos, son diversas las ocasiones en que nuestros hijos enfermarán durante la niñez, el estilo de vida que llevemos, y que en consecuencia lleven ellos, pueden ser cruciales a la hora de enfermar más o menos. Por esta razón, son varias las recomendaciones que pueden seguirse para tratar de que tengan el mejor estado posible de salud y, en consecuencia, menos probabilidades de caer enfermos, con todo lo que ello supone.
Para esta ocasión, nos basaremos en el listado creado por la Dra. Palak Shroff, especialista en medicina de familia en el Centro Médico de los Hospitales Universitarios de Cleveland, publicado por Medline, al que añadiremos alguna estrategia más que consideramos importante:
1. Darles leche materna
La leche materna contiene células inmunitarias que pasan de la madre a los hijos, fortaleciendo su sistema inmunitario. Además, promueve la colonización de una microbiota intestinal adecuada, mejor preparada para prevenir problemas y enfermedades que lleguen a través del sistema digestivo.
2. Ponerles las vacunas sistemáticas
Administrar a los niños las vacunas del calendario evita o disminuye el riesgo de que contraigan enfermedades peligrosas como la tos ferina, el sarampión, la difteria, etc., que se ven poco o nada en nuestro medio (aunque estos días se ha comunicado un pequeño brote de sarampión en Barcelona), pero que podrían volver si descienden las coberturas vacunales de los pequeños.
3. Que lleven una dieta equilibrada
La alimentación es crucial en la infancia (en realidad lo es toda la vida), y su salud será mejor si llevan a cabo una dieta equilibrada rica en fruta, verduras y hortalizas. Son alimentos con vitaminas, minerales y antioxidantes, esenciales para el sistema inmunitario.
4. Que duerman bien
Tan importante es el comer como el dormir, así que los niños tienen que tener la posibilidad de dormir las horas que necesiten. Si por nuestro estilo de vida se acuestan tarde y luego los tenemos que levantar temprano por la mañana, pueden no descansar lo suficiente. Esto provoca la pérdida o el fallo de los mecanismos de defensa naturales, aumentando el riesgo de enfermar.
5. Que hagan deporte
Es bien sabido que el deporte es un seguro ante las enfermedades que acechan, a no ser que hagan demasiado y entonces entren en situación de cansancio o fatiga que luego no se recupere con el sueño. El ejercicio promueve una mejor circulación sanguínea, una mejor oxigenación, elimina tensiones y ansiedades, y esto tiene su reflejo en la salud.
6. Que sigan unas correctas pautas de higiene
Y con esto no decimos que haya que esterilizarlo todo ni nada similar, sino que se laven las manos antes de comer (este simple acto previene más de 200 enfermedades contagiosas), que se tapen para toser y estornudar, y que se las laven también después de ir al baño.
7. Evitar el humo del tabaco
En esto ellos pueden hacer poco. Es nuestra responsabilidad mantenerlos alejados del humo del tabaco. Los niños expuestos de manera regular al humo de los fumadores tienen más riesgo de desarrollar infecciones respiratorias.
8. Evitar las escuelas infantiles
Hablando única y exclusivamente en términos de salud, uno de los mejores consejos es evitar el contacto de niños pequeños con otros niños pequeños en sitios cerrados como las escuelas infantiles. Aunque no les pasa a todos, son muchos los niños que allí se contagian de muchas enfermedades, y algunos que casi pasan más tiempo en casa que en la escuela infantil, a pesar de estar matriculados.
9. No abusar de los antibióticos
Cuando se utilizan para cuadros víricos o enfermedades que no los requieren, y cuando se dan pero no se completan las tomas pautadas, las bacterias pueden desarrollar resistencias. Si esto sucede, el día que de verdad sean necesarios, podrían no funcionar adecuadamente, y alargar innecesariamente las enfermedades y los daños provocados por estas.
¿Y si no puede hacerse?
No todos los niños son amamantados, y muchos de los niños que van a la escuela infantil no tienen otra opción. Si os estáis haciendo esta pregunta, la respuesta es muy simple: aún quedan siete estrategias para llevar a cabo.
Si explicamos los nueve mejores consejos es porque son las nueve cuestiones que más tienen que ver con la salud de los niños, y sobre las que, más o menos, los mayores tenemos incidencia. Si se puede escoger, la recomendación dice que es mejor que un bebé sea amamantado; igualmente, si se puede escoger, es mejor, en términos de salud, que los niños no vayan a una escuela infantil, o que vayan cuanto más tarde, mejor.
Si no se puede, o no se quiere, pues los niños tendrán más riesgo de enfermar, que no quiere decir que se vayan a poner enfermos sí o sí.
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