Los nueve hábitos y rutinas en bebés y niños que favorecen su desarrollo visual y salud ocular

Los nueve hábitos y rutinas en bebés y niños que favorecen su desarrollo visual y salud ocular
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Sorprende ver a los recién nacidos con los ojitos bien abiertos, como si quisieran captar todos los detalles del nuevo mundo que acaban de descubrir. Pero la realidad es que no son capaces de ver con nitidez, enfocar o ver toda la gama de colores, pues su sistema visual aún no se ha desarrollado.

La visión y el movimiento están íntimamente relacionados, de manera que a medida que el bebé vaya creciendo y alcanzando nuevos hitos en su desarrollo motor, también irá favoreciendo su desarrollo visual.

En este sentido, los padres podemos hacer mucho para favorecer la vista del bebé en sus primeros años de vida, así como para cuidar la salud visual del niño a lo largo de su infancia.

Laura Alonso, optometrista de Óptica Bajo Aragón (Teruel) y miembro del Comité de Expertos Ópticos de CECOP España, nos da las claves para ello.

Permite que el bebé explore el mundo desde el suelo

bebé

Bien sea por desconocimiento o hiperprotección, muchos padres no contemplan la idea de dejar a su bebé en el suelo para que explore el mundo desde esa perspectiva y se mueva libremente.

Pero para Laura Alonso, esta es una de las primeras y más importantes rutinas que debemos adoptar con el bebé:

"Desde el primer mes de vida es fundamental colocar cada día al bebé en una mantita en el suelo boca arriba y boca abajo, y tumbarnos a su lado para que se sienta seguro explorando el mundo desde esta posición"
"Con frecuencia dejamos al bebé en hamacas o carritos de paseo que, aunque son prácticos para los padres, restan potencial al niño, pues no pueden moverse ni experimentar libremente, por lo que no contribuimos a su desarrollo motor ni a su aprendizaje"

Estimula el desarrollo motor del bebé

Como decíamos al inicio, cada nuevo hito que alcance el bebé en su desarrollo motor supondrá a su vez un importante avance en el desarrollo de sus sistema visual.

Los primeros movimientos del bebé son muy básicos y se limitan a la succión, el agarre y los movimientos de piernas y brazos. Con el tiempo el bebé irá ganando autonomía y fuerza, y será capaz de realizar movimientos cada vez más complejos, como girar sobre sí mismo, agarrar objetos con la mano de forma intencionada, reptar o gatear.

"Si los padres estimulan estos movimientos y se dan en el momento oportuno del desarrollo del bebé, estarán propiciando la instauración correcta de los parámetros esenciales visuales, como el enfoque y la binocularidad, y fomentando la construcción de un sistema visual estable y óptimo"

Es por ello que además de procurar que el bebé pase ratitos al día tumbado en el suelo desde su primer mes de vida, los padres debemos potenciar su desarrollo estimulando el gateo, realizando juegos y actividades acordes a sus habilidades motoras, y ofreciéndole juguetes que ayuden a estimular su visión.

Portea a tu bebé siempre que puedas

portear

Otra buena manera de estimular el sistema vestibular del bebé (encargado entre otras cosas del equilibrio y muy relacionado con la visión) es a través del porteo, sumando así un nuevo beneficio a la larga lista de aspectos positivos que tiene esta práctica.

La experta aconseja llevar al bebé cara a cara en una mochila ergonómica o portabebé adecuado a su edad y tamaño.

Muchas personas creen erróneamente que si el bebé no es porteado de cara al mundo "se aburrirá porque no verá nada". Pero además de ser una práctica perjudicial y totalmente desaconsejada, portear de cara al mundo no estimula el desarrollo visual del bebé, sino todo lo contrario.

Colocando al bebé cara a cara en una mochila ergonómica estaremos favoreciendo el desarrollo de su vista, ya que el bebé podrá apreciar más detalles del rostro humano (por el que se muestra especialmente interesado desde el nacimiento), establecer contacto visual con el porteador (imprescindible para su correcto desarrollo social) y refugiarse de la sobreestimulación.

A medida que vaya creciendo podemos ampliar su campo visual mediante el porteo a la espalda o la cadera, pero siempre utilizando portabebés respetuosos.

Pasea cada día con tu bebé

La luz del sol no solo es fuente de vitamina D, sino también un excelente protector de la salud ocular, pues ayuda a prevenir disfunciones visuales como la miopía.

Por ello, es imprescindible salir con el bebé a pasear cada día, y a medida que el niño vaya creciendo fomentar la práctica de actividades y juegos al aire libre, en detrimento del uso de las pantallas electrónicas.

Inculca un uso responsable y adecuado de las pantallas

salud visual

De acuerdo a las recomendaciones de los expertos, las pantallas no deberían utilizarse por debajo de los 18 meses, y su uso debe ser muy puntual y comedido a lo largo de la infancia. Los motivos son diversos, pues entre otras cosas afecta a la calidad del sueño, el comportamiento, el aprendizaje y, por supuesto, la salud ocular.

Pero a veces el uso de pantallas es inevitable, y en esos casos es necesario que los padres sepamos qué medidas adoptar para que las tablets, ordenadores o móviles no afecten a la visión de los niños.

Y es que la optometrista nos explica que mantener los ojos fijos delante de una pantalla reduce el parpadeo y facilita la evaporación de la lágrima, lo que provoca irritaciones oculares y sequedad. La situación empeora si la pantalla se mira a una distancia corta y durante mucho tiempo, ya que deja de trabajar la vista  a larga distancia.

Para mitigar los efectos nocivos de esta práctica sobre la salud visual es necesario hacer descansos, iluminar correctamente la habitación, usar pantallas anti reflectantes y colocarla a una distancia adecuada de los ojos (40 cm en caso de tablets y móviles y 70 cm en caso de tratarse de un ordenador)

salud visual

En lo que respecta a la televisión, Laura Alonso insiste en que los niños nunca deben verla tumbados en el suelo y con la luz apagada, sino correctamente sentados y con la estancia iluminada, pero evitando en todo caso los brillos en la pantalla.

Adopta medidas para reducir la fatiga visual cuando los niños hagan deberes

La fatiga ocular se manifiesta cuando los ojos realizan un esfuerzo excesivo como consecuencia de actividades que implican ver de cerca durante un largo periodo. Esto no solo sucede cuando los niños usan pantallas, sino también cuando hacen los deberes, leen o estudian.

Por ello, la experta nos aconseja inculcar a los niños una serie de normas de higiene visual en el momento en que comiencen su etapa escolar, pues esto les ayudará a evitar problemas de visión y obtener un mayor rendimiento: 

salud visual
  • Sentarse correctamente con los pies apoyados en el suelo y la espalda recta.
  • Utilizar muebles apropiados a la talla del niño. La silla debe ser regulable en altura y la mesa de trabajo debe estar en un plano inclinado de unos 15 a 20º.
  • La iluminación es muy importante: hay que leer y estudiar con una iluminación en el techo y otra directamente en el plano de trabajo, que no incida directamente en los ojos, no deslumbre y no haga sombra al escribir. Se debe colocar el flexo a la izquierda si el niño es diestro y a la derecha si es zurdo.
  • Si es posible, es recomendable situar la mesa de trabajo delante de una ventana para poder hacer pausas cada cierto tiempo y mirar a lo lejos.

Cuando se trata de leer, el niño debe hacerlo con los ojos y no con la cabeza, en cuyo caso podría indicar un signo de problema visual. Igualmente, es necesario que sitúe el libro a una distancia aproximada del codo a la muñeca.

Enseña al niño la importancia de hacer pausas durante una actividad visual prolongada

salud visual

Aunque lo hemos mencionado en anteriores puntos, merece especial atención dedicar un apartado en exclusiva a esta recomendación.

Y es que para proteger la salud visual es fundamental conocer la importancia de hacer pausas cuando estemos llevando a cabo actividades visuales durante un tiempo prolongado.

La optometrista nos explica que estas pausas deben tener una duración de al menos 20 segundos, y sucederse cada 20 minutos. Es decir, cuando el niño lleve 20 minutos de actividad visual a corta distancia, deberá interrumpir lo que esté haciendo y mirar a través de una ventana lo más lejos posible, o como mínimo a una distancia de seis metros.

Esto ayuda a descansar la vista, evitar la fatiga ocular y equilibrar el trabajo del ojo tanto a corta como a larga distancia.

Cuidar la dieta

alimentación

Ni qué decir tiene que la dieta también es fundamental en la salud visual de grandes y pequeños. Una alimentación inadecuada contribuye a la aparición de problemas como el ojo seco, deterioro de la vista o enfermedades oculares a largo plazo.

En este sentido, la optometrista Laura Alonso nos recuerda la importancia de incluir en la dieta alimentos ricos en Vitamina A, como las frutas y verduras (particularmente, las ciruelas y zanahorias), la leche o la yema de huevo. Por contra, debemos evitar alimentos ricos en grasas saturadas, dulces, snacks o alimentos que solamente aportan calorías vacías.

Con estas recomendaciones y controles visuales periódicos, estaremos contribuyendo al correcto desarrollo del sistema visual de nuestros hijos y previniendo la aparición de problemas futuros.

Fotos | Portada (Andrea Piacquadio en Pexels) Foto 1 (Pexels - Polina Tankilevitch), Foto 2 (iStock), Foto 3 (Pexels - Allan Mas), Foto 4, 5 y 6 (iStock), Foto 7 (Pixabay)

Agradecimientos | Laura Alonso, optometrista de Óptica Bajo Aragón (Teruel) y miembro del Comité de Expertos Ópticos de CECOP España

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