Esa es la conclusión a la que han llegado algunos investigadores del Royal Children's Hospital de Melbourne y el Murdoch Children's Research Institute al analizar los casos de 5.000 niños de entre 4 y 5 años.
Según el estudio, los padres demasiado permisivos que no ponen ningún tipo de límites a sus hijos o que se desentienden de su educación, tienen más posibilidades de que sus niños sean obesos o padezcan sobrepeso.
En cambio, los padres más estrictos tienden a tener niños con menor tasa de masa corporal.
Lo más curiosos es que el argumento es totalmente contrario a lo que nos decía un estudio de la Universidad de Boston según el cual los padres demasiado estrictos propician en los niños una tendencia a la obesidad.
Sin desmerecer las investigaciones de campo que realizan los científicos, creo que, en definitiva, como en todo lo que se refiere a la educación de los hijos, la clave está en la justa medida.
Está claro que ser demasiado estrictos es tan perjudicial para nuestros hijos como ser padres demasiado permisivos.
Lo obesidad no es más que una muestra añadida de los perjuicios que podemos crear en nuestros hijos si no sabemos encontrar el tan necesario equilibrio.
Vía | I love my baby En Bebés y más | Padres demasiado estrictos, niños obesos En Bebés y más | La obesidad infantil española supera a la norteamericana