El coronavirus llena nuestras vidas y a veces incluso nos olvidamos que existen más dolencias aparte de las que causa este maldito virus. También, por miedo a los contagios, hemos dejado de consultar con el pediatra malestares y dudas relativas a la salud de nuestros hijos.
Aunque es cierto que la directriz principal durante el estado de alarma es salir de casa lo mínimo posible y es clave no saturar los centros sanitarios, eso no implica que nos dejemos llevar por el temor ante la COVID-19 y dejemos de realizar una llamada o una visita al centro de salud o a Urgencias por dolencias que, si se alargan en el tiempo, pueden volverse graves.
Así nos los recuerdan los pediatras y las Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).
"Los pediatras seguimos al pie del cañón"
Hace unos días un pediatra recordaba en su cuenta de Twitter que las enfermedades infantiles siguen presentes.
Padres y madres: las enfermedades diferentes al #COVID2019 siguen existiendo. Meningitis, neumonías bacterianas, diabetes, traumatismos, epilepsia, intoxicaciones. Si vuestro hijo tiene un problema de salud grave, no demoréis ir al hospital por miedo.
— Dani Blázquez Gamero (@dblazquezgamero) March 25, 2020
También desde la AEPad señalan que los pediatras siguen activos y que, sin ánimo de alarmar a las familias, es importante adelantarse a problemas graves y recordarles que los médicos siguen tratando y atendiendo a los niños y niñas igual que antes.
"En la situación actual, en las consultas de Pediatría de Atención Primaria siguen existiendo situaciones urgentes y consultas habituales no demorables".
Aconsejan que las familias consulten con sus centros de salud para saber el procedimiento adecuado en cada uno de los casos, "pero los pediatras de Atención Primaria seguimos al pie del cañón y atendiendo a nuestros pacientes".
Y añaden que pese a que la patología por COVID-19 tiene menor incidencia en la población infantil y juvenil, consideran:
"Es fundamental el papel del pediatra de Atención Primaria por su labor proactiva, de contención, de atención, de seguimiento, de información y de apoyo a las familias, y más en un tiempo de aislamiento domiciliario que se prevé más prolongado."
¿Cuándo hay que consultar?
Desde la AEPap nos lo dejan claro: la norma es "quedarse en casa" y si dudas, opta por la consulta telefónica. La mayoría de las veces tu pediatra podrá solucionar la consulta por teléfono y tomará la decisión que cree es más segura para nuestros hijos.
Valorará los síntomas que comentes y solo en caso de que el pediatra crea que es imprescindible la exploración del niño, te aconsejará que acudas a un centro de Atención Primaria o al hospital.
La AEPap explica que casi todas las comunidades autónomas han recomendado posponer las revisiones del niño sano y las consultas programadas de enfermedades crónicas bien controladas hasta que pase la emergencia sanitaria.
Para tranquilizar a los padres explican:
"Pueden realizarse con seguridad dichos controles de salud de los niños, establecidos en los períodos críticos de la primera infancia los cuales no se deben dejar de efectuar ni se deben posponer, ya que dejar de suministrarlas supondría un riesgo injustificado para la población pediátrica".
De todas formas, recomiendan contactar con tu centro para que te digan la organización concreta en cada caso.
El resto de dudas sobre cuidados y crianza se podrán resolver generalmente por teléfono.
En cuánto a qué síntomas deben consultarse, los pediatras afirman que no existe un catálogo cerrado y concluyente sobre qué hacer y cómo actuar, aunque sí hay algunas dolencias comunes de niños y niñas ante las que hay que acudir al médico, cuando presentan mal estado general.
La fiebre en menores de un mes.
Si la fiebre cursa con otros síntomas, como manchas rojas en la piel que no desaparecen al estirar la piel, adormecimiento del menor, abombamiento de la fontanela o dolores de tripa continuos y localizados en un punto.
Dificultad respiratoria (labios azules o cambios de color en la piel).
Fiebre, dolor de cabeza, vómitos y dificultad para llevar la barbilla hacia el pecho, es decir, rigidez de cuello. Puede ser una meningitis y se debe atender de inmediato.
En menores de tres meses, fiebre durante más de tres días, si les supuran los oídos.
Si el bebé vomita constantemente o tiene diarrea, la boca seca o no conseguimos que beba.
Resumiendo: ¡quédate en casa! y si tienes cualquier duda o urgencia, llama a tu centro de salud. Ellos te dirán qué hacer y si debes acudir presencialmente. En este caso recuerda que el centro ha tomado todas las medidas sanitarias para garantizar la salud de los niños.
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