La fiebre en niños se debe por regla general a infecciones, la mayoría leves y autolimitadas, y en otras ocasiones contagiosas y potencialmente transmisibles. Antes de la pandemia del Covid-19 se recomendaba que los padres no llevaran a sus hijos al colegio si tenía fiebre.
Ahora, la Asociación Española de Pediatría (AEP) señala que esa medida es aún más importante en tiempo de coronavirus: la fiebre siempre es un criterio para que los niños no acudan a la guardería o al colegio y dan recomendaciones para padres, responsables y educadores ante la dificultad para diferenciar casos de infección por Covid-19 del resto.
Cómo debemos actuar los padres
Un reciente meta análisis concluye que cuatro de cada 10 infecciones por Covid-19 en pediatría son asintomáticas y que los principales síntomas en niños son fiebre (46%), tos (42%), y diarrea, vómitos, congestión nasal o astenia (10%). En definitiva, son muy similares a otras enfermedades por lo que son muy difíciles de distinguir y advierten del peligro de que coincida el coronavirus en otoño con otras infecciones respiratorias o la gripe.
Por eso, los pediatras nos dan estas recomendaciones:
Los padres deben vigilar antes de acudir al colegio, el estado de salud del niño y verificar que no tiene fiebre, ni otra sintomatología: tos, cefalea, dolor de garganta, síntomas gripales, vómitos, diarrea?
Ante la duda, hay que tomar la temperatura y si es superior a 37,5ºC el niño no podrá ir al centro educativo.
Contactar telefónicamente con el pediatra de Atención Primaria para indicación PCR COVID-19, que informará a la Administración Pública de Salud.
Hasta conocer los resultados de la PCR, el niño permanecerá en su domicilio, con cuidados sintomáticos, vigilando la evolución e informando al colegio.
Sí la PCR es negativa, el niño podrá volver al colegio tras 24h sin fiebre ni otros síntomas.
Si la PCR es positiva o lo que es lo mismo. se confirma una infección por Covid-19, habrá que seguir las instrucciones del médico de Atención Primaria. Habrá que informar a la Dirección del Centro Educativo del niño.
Por la gran vulnerabilidad a la enfermedad grave del Covid-19 en personas mayores, debe restringirse el contacto del niño enfermo con los abuelos, observando las medidas preventivas oportunas: distancia de dos metros, mascarillas, lavado frecuente de manos, higienización de objetos y, si es posible, aislamiento de los mayores de 65 en habitaciones no compartidas con el niño.
Tras el positivo del PCR, la Administración de Salud notificará e iniciará el estudio de contactos (adultos y niños).
Si la fiebre empieza en el colegio
Escuelas infantiles, colegios e institutos deberán tener protocolos de actuación en la aparición de síntomas, y actuar siguiendo las recomendaciones generales.
Si hay síntomas en menores de cinco años, hay que tomar la temperatura, preferiblemente con termómetro sin contacto. El niño enfermo será aislado del resto de sus compañeros en un espacio acondicionado exclusivamente para este uso, y deberá usar mascarilla hasta su salida del colegio.
La familia debe recoger al niño enfermo del centro educativo y aislarlo en el domicilio hasta conocer el diagnóstico.
Hay que contactar con el pediatra de Atención Primaria para que haga un diagnóstico y establezca los pasos a seguir: tratamiento de los síntomas, protección de otros miembros del colegio y la familia y vigilancia de la evolución del niño. La familia debe comunicar a la Dirección del Centro Educativo los resultados de la PCR.
Si se confirma en cualquier momento infección por SARS-CoV-2, hay que informar a los centros de control de Covid-19 y seguir sus indicaciones. La reincorporación del niño al colegio dependerá de la normativa del centro.
Vía | Asociación Española de Pediatría
Fotos | iStock
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