Esta época del año es para los niños sinónimo de diversión y tiempo libre. Es momento de campamentos de verano, planes en familia y actividades de ocio. ¡Los días son largos y hay mucho tiempo para hacer un sinfín de cosas! Por eso, los expertos aconsejan aprovechar también las vacaciones estivales para realizar la primera revisión bucodental con un ortodoncista.
Esta primera revisión debe hacerse en torno a los seis años de edad (o cuando aparece el primer molar definitivo), y es una visita muy importante que los padres no debemos pasar por alto ni retrasar. Te contamos los motivos.
¿Por qué es importante la primera visita con el ortodoncista?
Hay ocasiones en las que los problemas en el desarrollo bucondental de los niños son tan evidentes, que el propio pediatra en las revisiones rutinarias, o los mismos padres, lo detectan enseguida. Pero en otras ocasiones, los signos no son exteriores ni claramente perceptibles, por lo que sólo un especialista puede diagnosticarlos.
Los expertos recuerdan que en este momento del desarrollo infantil es más fácil tratar los problemas relacionados con el crecimiento de los huesos maxilares o mandibulares con ortopedia dentofacial. Y es que generalmente, las técnicas de corrección dentofacial se vuelven cada vez más complejas a medida que el niño crece.
Pero además de problemas bucodentales, el ortodoncista puede detectar otros problemas que, aparentemente, no tienen mucho que ver con los dientes pero que son igualmente importantes, como el Síndrome de la Apnea Obstructiva del Sueño Infantil, del que hablamos recientemente en Bebés y Más y que tantos problemas puede acarrear a la salud del niño si no se diagnostica y trata de forma temprana.
¿Por qué los seis años es la edad perfecta para esta primera consulta?
Los expertos aconsejan llevar al niño por primera vez al ortodoncista en torno a los seis años de edad, ya que suele ser la edad en la que aparece el primer molar definitivo. Además, esta etapa también es muy importante para el desarrollo de la oclusión dental, es decir, la manera en la que encajan los dientes de abajo y los de arriba.
Los molares y caninos de leche se ubican en el sitio en el que después deberán estar los caninos y premolares definitivos. Estas piezas dentales temporales son más grandes que las permanentes que faltan por erupcionar, y esa diferencia de espacio será muy importante para un adecuado desarrollo oral.
Por ello, es conveniente que precisamente en esta etapa evolutiva un ortodoncista revise al niño y se asegure de que ese proceso se está haciendo de manera adecuada. De lo contrario informará a los padres y podrán iniciar un tratamiento interceptivo que permitirá corregir las alteraciones incipientes y así evitar que la maloclusión vaya a más, derivando en problemas más serios.
No obstante, y con independencia de esta primera visita con el ortodoncista, recordemos que es importante llevar al niño al odontopediatra en el momento en que comienzan a erupcionar sus primeros dientes de leche (en torno al quinto y octavo mes) de cara a detectar incipientes problemas en su desarrollo bucondental, y otros aspectos como las caries de biberón. A partir de ese momento, será el propio especialista quien nos guíe en las visitas periódicas que deberemos realizar.
Via Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial
En Bebés y Más Siete consejos para evitar la caries del biberón, ¿Qué pasa cuando los dientes salen desordenados?, Síndrome de apnea del sueño infantil: la importancia de detectarlo a tiempo