El sistema permite establecer un protocolo ideal para el personal sanitario, policía, profesores y todas las personas que puedan estar relacionadas profesionalmente con los menores, a fin de detectar indicios o síntomas de maltrato en los pequeños y posteriormente denunciarlos a las autoridades competentes.
A la mayoría de los padres no nos entra en la cabeza que pueda existir este tipo de vejaciones contra los pequeños, pero la realidad es que existen. Los malos trastos físicos o emocionales se vinculan con desprecios, humillaciones que se ejercen sobre el menor..., está demostrado que en la mayoría de ocasiones los menores terminan padeciendo graves secuelas físicas y psicológicas, además de presentar trastornos de conducta y somatización de enfermedades.
Difícil es la tarea de concienciar a los padres que realizan tales acciones sobre sus hijos, el maltrato no es la opción acertada para hacer frente a sus propios problemas.