¿Qué le pasa al niño si le falta hierro?

El hierro es un mineral importante para la salud de las personas. La falta de hierro en los niños se relaciona con problemas de salud variados e incluso algunos irreversibles en casos extremos.

Se ha demostrado que un déficit de hierro durante la etapa intrauterina o en los lactantes puede provocar alteraciones importantes. Por eso a las embarazadas se les insiste en la importancia de este mineral y se les suele mandar un suplemento alimenticio que asegure los niveles adecuados de hierro.

En la etapa preescolar y escolar, una alimentación completa y variada suele suplir las necesidades de hierro, pero puede haber distintas circunstancias (periodos de inapetencia, sangrados frecuentes, infecciones repetidas…) que hagan peligrar las reservas de este mineral. El hierro es un nutriente esencial, necesario para fabricar hemoglobina, el componente de los glóbulos rojos encargado de transportar oxígeno a todas las células del organismo.

La falta de hierro en los niños podría causar disfunciones neurológicas (reversibles con un buen control y corrección) y lo más común es que anemia, una disminución en la cantidad normal de hemoglobina y células rojas en el torrente sanguíneo.

Entre los síntomas que te pueden hacer sospechar que tu hijo tiene falta de hierro, están los siguientes: cansancio y debilidad, piel y membranas mucosas pálidas, irritabilidad, inapetencia, vértigos y mareos. El examen del pediatra podría detectar latidos del corazón acelerados y soplo cardiaco.

¿Dónde se encuentra el hierro?

La primera fuente de hierro que pueden tener los bebés es a través de la alimentación de la madre, durante el embarazo, gracias a un suplemento alimenticio y los alimentos ricos en hierro que enumeramos abajo. El hierro es necesario para la producción de la hemoglobina en las células rojas de la sangre materna y fetal, una proteína que lleva el oxígeno de los pulmones al resto de las células del cuerpo.

A través de la sangre de la placenta que les llega al nacer, antes de cortar el cordón umbilical (esperando unos minutos para ello), el bebé obtiene buenas reservas de hierro.

Cuando inician la alimentación complementaria, hay alimentos ricos en hierro, como las acelgas, espinacas (y, en general, vegetales de hoja verde), cereales, almendras, lentejas, carnes rojas, pescados y mariscos. Combinando estos alimentos con otros ricos en vitamina C (kiwi, naranja o limón), se contribuye a que el hierro sea mejor absorbido por el organismo.

Si se comprueba que al niño le falta hierro, para evitar las alteraciones comentadas el pediatra podría aportar un suplemento de hierro para que los niveles del mineral sean los adecuados.

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En Bebés y más | ¿Embarazada? Consume alimentos ricos en hierro, Los bebés amamantados conservan sus reservas de hierro a los seis meses

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