Los movimientos antivacunas siguen aferrándose a argumentos peregrinos para defender su "opción". Una opción peligrosa, la de no vacunar a los niños, incluso apoyada en fraudes demostrados. Pero ahí siguen y las cifras del sarampión hablan por sí solas: sí pasa algo, y mucho, por no vacunar a los niños.
Y no solo es que pueden enfermar tus hijos, con todos los riesgos que ello conlleva, es que pueden enfermar otros niños, bebés no vacunados todavía y adultos que no recibieron la vacuna. El incremento de los casos de sarampión en Estados Unidos en los últimos años es alarmante como descubrimos en estos gráficos, pero es que me temo que esa línea en ascensión vertiginosa sería igual en muchos otros países, incluido España.
Según datos de CDC (Centers for Disease Control and Prevention), el año pasado hubo nada menos que 644 nuevos casos de sarampión en 27 estados del país. Lo vemos en el gráfico de barras que recoge cifras desde 2001. Habría que remontarse casi 25 años atrás para encontrar tantos casos de sarampión como en 2014.
Una enfermedad que, por otro lado, se consideró erradicada en Estados Unidos en el año 2000, pasando de eso a que ya el año pasado advirtieran de la extensión del sarampión en el país.
La gran mayoría de las personas que contrajeron la enfermedad no estaban vacunadas, y aquí se incluyen los casos relacionados con el brote de sarampión en Disneyland, California, del que os hemos hablado hoy y que está poniendo el foco en la responsabilidad de los grupos antivacunas.
Si tenemos en cuenta una encuesta realizada en 2014 entre la población estadounidense que señalaba que solo el 51% estaba convencida de que las vacunas son seguras y eficaces, nos damos cuenta de la dimensión del problema y tememos que las cifras no hagan sino seguir aumentando, poniendo en riesgo cada vez a más personas.
Y ya sabemos que no se trata de ébola, pero el sarampión también es cosa seria y, dejando al margen las molestias que los enfermos puedan sufrir (o los gastos que ocasionan al sistema sanitario), se puede incluso dar el caso de muerte o secuelas graves en bebés pequeños, personas inmunodeprimidas...
Las cifras de sarampión habían descendido desde la inclusión de la vacuna, con diversos brotes y repuntes cada cierto tiempo, pero con una tendencia a la baja, algo que ya no se puede decir.
No vacunar a los niños hace peligrar la salud de todos y jugar con riesgos innecesarios. Las cifras del sarampión nos retrotraen unas cuantas décadas atrás en el tiempo. Lo podemos ver también en este gráfico de líneas, destacable porque muestra el impacto de tan solo tres años, el gran ascenso de casos de la enfermedad (que se triplica) entre 2011 y 2014, que se triplica.
Recordemos que se estima que todas las vacunas han evitado más de 700.000 muertes, 21 millones de hospitalizaciones y 322 millones de enfermedades entre los niños estadounidenses nacidos en los últimos 20 años. ¿Por qué volver atrás?
¿Qué tiene que pasar para que las personas que están en contra de vacunar a sus hijos sean conscientes de los peligros? Me parece que jugar con este tema es jugar con fuego y ya hemos visto que incluso en algunos países se han planteado medidas fiscales para no beneficiar a los antivacunas o, por el contrario, pagar a los padres que vacunen a sus niños.
¿Qué será en 2015? ¿Seguiremos viendo aumentar los casos de sarampión? Mirando estas cifras a la luz clarificadora de los gráficos, nos llevamos, más que un susto, la confirmación de que los movimientos antivacunas están haciendo estragos, y también cierto pesimismo porque parece que lo peor está por venir.
Vía | Washingtong Post, CDC
Foto | Thinkstock
En Bebés y más | ¿Quién necesita un movimiento antivacunas con el Ministerio de Sanidad que tenemos?, La última de los anti-vacunas: poner publicidad en los caramelos para Halloween