Como os hemos contado en más de una ocasión, un poco de suciedad es beneficiosa para los niños porque así el sistema inmunitario se activa con algunos gérmenes y patógenos, y así no le da por atacar al propio niño provocándole alergias o enfermedades autoinmunes.
Pero un poco no es lo mismo que demasiado, y por eso sigue siendo muy importante la higiene de manos después de ir al lavabo, por ejemplo, o después de jugar en el arenero del parque, porque es increíble todo lo que se puede encontrar ahí.
Los areneros son muy divertidos
Para nada estamos diciendo que los niños no deban utilizar los areneros para jugar, básicamente porque les ayuda mucho a desarrollar la creatividad, sus habilidades motoras e incluso a empezar a relacionarse con otros niños: para lo bueno y para lo malo, que a veces las peleas de parque son las peores.
Pero son una fuente de gérmenes importante
Sin embargo, según leemos en Medline, se ha visto que muchos areneros son una gran fuente de bacterias, parásitos y otros gérmenes infecciosos que provienen de animales que no deberían haber estado ahí (que hayan podido orinar o defecar) o de otros niños, restos de alimentos, etc.
¿Cuántos son muchos? Pues algo más de la mitad. En un estudio hecho aquí en España vieron que el 53 por ciento de los areneros estaban contaminados por una bacteria bastante "molesta" llamada Clostridium difficile (su propio nombre ya la define), que puede provocar desde diarreas leves hasta importantes infecciones en el colon, y cuya eliminación es a veces compleja.
Según el Dr. José Blanco, investigador en dicho estudio, no se puede considerar que sea algo alarmante en realidad:
Tenemos muchas bacterias patogénicas a nuestro alrededor. Tenemos que vivir con ellas, y aprendemos a vivir con ellas. Este estudio muestra la amplia distribución de estas bacterias en el ambiente, y la necesidad de más estudios para aclarar su presencia en nuestras comunidades.
Aunque sí es cierto que en ocasiones la infección por esta bacteria puede tener difícil curación, porque además de ser "peleona", puede ser resistente a los antibióticos, siendo la curación de semanas (a veces, como comenté hace unos días, hasta se valora la posibilidad de hacer un trasplante de heces).
Otros patógenos que pueden encontrarse en los areneros
Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., también puede encontrarse el Toxoplasma gondii, culpable de la toxoplasmosis, huevos del parásito Ascaris y lombrices como los oxiuros (que en ambos casos provocarán lombrices).
¿Qué quiere decir esto? Pues que si los niños se llevan arena a la boca, o si después de jugar en un arenero se llevan la mano a la boca, podrían sufrir algún tipo de infección a causa de estos patógenos.
Por eso lo ideal es lavar las manos antes de jugar en el arenero (si se puede, por aquello de no contaminarlo), y sobre todo lavarse las manos después, para evitar que se las chupen estanco sucias, o que coman algún alimento que puedan contaminar con los restos del arenero.
A esto, claro, habría que sumar la limpieza y mantenimiento del arenero por parte de los municipios, pero esto escapa a nuestro control como padres.
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