El ser humano debería respirar siempre por la nariz, pues las vías nasales están diseñadas para calentar, filtrar y humedecer el aire que entra. Pero además, y según nos explican desde la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), la respiración nasal permite el desarrollo correcto del complejo craneofacial, interactuando con otras funciones neuromusculares como la masticación.
Sin embargo, por diversos motivos hay personas que respiran por la boca (ya sea a lo largo del todo el día o únicamente por la noche), y esto provoca un cambio en la posición de la cabeza, la mandíbula y la lengua que acaba afectando al sistema inmune, aparato digestivo y sistema nervioso
Si has observado que tu hijo respira y duerme con la boca abierta, es recomendable que lo consultes con el pediatra o el otorrino, pues este mal hábito puede afectar negativamente a su calidad de vida. Te lo explicamos con detalle.
Problemas bucodentales
Respirar por la boca en lugar de hacerlo por la nariz influye negativamente en la salud de la boca, afectando de la siguiente manera:
- Boca seca
- La falta de saliva propicia la aparición de caries y problemas de encías, puesto que la saliva actúa como mecanismo de defensa frente a las bacterias que producen estas enfermedades
- Labios agrietados
- Mal aliento
- El paladar se desarrolla con una forma excesivamente ojival o estrecha, haciendo que los dientes de la mandíbula superior se vayan hacia adelante y la mandíbula no cierre correctamente
Una mala digestión
Puesto que lo más probable es que la dentadura no esté correctamente alineada, la forma de masticar los alimentos se verá afectada, y esto acabará repercutiendo negativamente en la digestión, haciéndola más pesada.
Más infecciones respiratorias y alergias
En la nariz tenemos unos pelitos que actuan como un filtro, atrapando el polen, el polvo, las esporas, los virus y las bacterias. Cuando la respiración del niño es bucal el aire entra directamente a su garganta sin pasar ningún filtro, sin limpiarse, calentarse ni humedecerse previamente.
Todo esto aumentará las posibilidades de padecer alergias e infecciones respiratorias, además de agravar sus síntomas.
Ronquidos y falta de descanso nocturno
Si los labios no sellan correctamente, la boca quedará abierta durante la noche para tomar aire, y esto es causa de apneas (un desorden que afecta al cinco por ciento de los niños y que hace que el sueño no se desarrolle con normalidad, ya que cursa con breves interrupciones de la respiración que pueden durar varios segundos) y ronquidos.
Ambos desórdenes afectan a la calidad de vida del niño, pues al no descansar lo suficientemente bien durante la noche, puede presentar problemas de irritabilidad nocturna, pesadillas, falta de sueño reparador, somnolencia diruna...
Problemas de comportamiento durante el día
En relación con el punto anterior, si el niño no descansa lo suficiente durante la noche tendrá problemas de atención, falta de concentración, problemas de aprendizaje, cansancio, falta de coordinación, irascibilidad, dolores musculares... y un largo etcétera de problemas asociados.
Labio superior hipotónico con consecuencias asociadas
Si el niño respira por la boca, probablemente tenga dificultad para sellar correctamente los labios, puesto que tener siempre la boca abierta hace que el labio superior no se desarrolle muscularmente y tenga hipotonía.
A su vez, un labio hipotónico tiene las siguientes consecuencias:
- Consecuencias estéticas, como arrugas en el mentón al forzar el sellado de los labios y mandíbula superior adelantada. También puede haber acumulación de saliva o incluso dejar escapar restos de comida durante la deglución.
- Alteraciones en la deglución
- Alteraciones del habla, debido a la falta de fuerza muscular para articular correctamente ciertos fonemas
Problemas estéticos
Cuando la respiración bucal es crónica y tiene lugar durante el periodo de crecimiento, la estética facial podría verse afectada, ya que los niños suelen desarrollar el 'síndrome de cara larga' con 'sonrisa gingival' (es decir, un rostro alargado donde las encías quedan expuestas al sonreír).
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