Los uñeros se producen cuando la uña se clava en la carne y en su crecimiento quedan metidas dentro de la piel, provocando enrojecimiento, inflamación y dolor. Suele ocurrir con más frecuencia en los dedos del pie, aunque también puede aparecer en las manos.
Aunque a priori podríamos pensar que las uñas encarnadas son más propias de los adultos, lo cierto es que en los niños también sucede con frecuencia, por lo que es importante saber cómo actuar para aliviar esta dolencia y qué podemos hacer para evitar que vuelva a producirse.
Uñas encarnadas: ¿qué son y qué síntomas provocan?
Cuando la uña en su crecimiento queda metida dentro de la piel, se produce lo que comúnmente llamamos 'uñero' o uña encarnada. Todos en algún momento hemos padecido esta condición, por lo que sabemos el dolor tan grande que puede llegar a provocar.
Y es cuando la uña se clava en la carne se produce una inflamación de la piel que la rodea, quedando la zona enrojecida, inflamada, caliente al tacto e incluso a veces puede aparecer una ampolla de pus, que indica la presencia infección.
Cuando el niño ya sabe comunicarse es fácil detectar la presencia de un uñero, pues enseguida te indicará donde le duele y podrás ver de forma muy clara los síntomas descritos. Pero en el caso de los bebés puede ser más difícil darse cuenta, por lo que si nos retira el pie o la mano cuando se lo cogemos, o llora y no sabemos por qué, es recomendable revisar de forma meticulosa todos sus deditos, por si existiera este problema.
Por qué se encarnan las uñas
La causa más común de aparición de los uñeros es cortar las uñas de forma incorrecta, apurando demasiado, retirando las cutículas o recortando los picos que quedan a los lados. Esto hace que en su crecimiento, la uña comience a clavarse y provoque inflamación.
También morderse las uñas, chuparse el dedo con frecuencia o tirarse de los pellejitos que rodean la uña puede propiciar la aparición de uñeros. En el caso de los pies, las uñas encarnadas suelen producirse por golpes repetidos, deformidad en los dedos o por llevar zapatos demasiado apretados o estrechos que puedan afectar al crecimiento normal de la uña.
Qué hacer si mi hijo presenta un uñero
Aunque dolorosos, la mayoría de las veces los uñeros no revisten complicaciones y pueden tratarse en casa, mejorando en pocos días. Para ello es importante lavar bien la zona con agua y jabón, y a continuación meter el dedo afectado en un poco de agua tibia con un puñado de sal, unos 10-20 minutos y varias veces al día.
Debemos consultar con el pediatra si el uñero se produce en un bebé, si no mejora al cabo de unos días, si la lesión presenta cada vez peor aspecto o si tenemos cualquier duda sobre cómo tratarlo. En algunos casos, las uñas encarnadas podrían requerir de un tratamiento antibiótico en pomada, o incluso tomado si la infección es grave.
Cómo prevenir la aparición de uñeros
Atendiendo a los motivos por los cuales se produce esta lesión, es fácil saber cómo podemos prevenirla. En este sentido, la higiene frecuente de manos, el uso de un calzado apropiado y recortar las uñas de manos y pies en forma rectangular y sin redondear las esquinas, son la mejor manera de prevenir la aparición de esta molesta complicación.
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