Los pediatras recomiendan evitar la exposición de los menores de tres años a las pantallas, sin embargo son muchos los niños que prácticamente nacen con un dispositivo electrónico debajo del brazo y se los expone desde muy temprana edad.
Los científicos alertan en una nueva investigación de las consecuencias que esto puede tener. Según un estudio publicado en The Journal of the American Medical Association Pediatrics, los niños de un año expuestos a más de cuatro horas de pantalla al día experimentaron retrasos en el desarrollo de la comunicación y las habilidades de resolución de problemas a los dos y a los cuatro años.
Más tiempo de pantallas relacionado con retrasos en la comunicación y en la resolución de problemas
En el estudio participaron casi ocho mil parejas de madres-bebés para investigar una asociación entre el uso de pantallas a lo largo del primer año de vida del bebé y su relación con el desarrollo a la edad de 2 y 4 años. Se evaluaron cinco aspectos del desarrollo (comunicación, motricidad gruesa, motricidad fina, resolución de problemas y habilidades personales y sociales).
La investigación también encontró que los niños de un año que estuvieron expuestos a un mayor tiempo de pantallas mostraron retrasos a los dos años en el desarrollo de la motricidad fina y las habilidades personales y sociales.
Tiempo del uso de pantallas. En cuanto a las horas que pasaban los bebés frente a las pantallas, solo un cuatro por ciento del total de bebés estudiados estuvo expuesto durante cuatro o más horas al día, mientras que el 18 por ciento tenía de dos a menos de cuatro horas de tiempo de pantalla al día y la mayoría menos de dos horas.
Hijos de madres vulnerables. Encontraron que los bebés expuestos a un mayor tiempo de pantallas eran hijos de madres primerizas jóvenes, con ingresos y niveles de educación en el hogar más bajos, y aquellas que sufrían depresión postparto.
Relación directa. Hubo una asociación directa entre el tiempo de uso y los efectos en el desarrollo: cuanto más tiempo frente a una pantalla pasaban los bebés, más probable era que mostraran retrasos en el desarrollo.
Sin importar los contenidos. Los autores del estudio señalaron que la investigación no distinguió entre el tiempo de pantalla destinado a ser educativo y el tiempo de pantalla más centrado en el entretenimiento.
Más pantallas, menos tiempo cara a cara
Durante los primeros meses y años de vida, es fundamental que los niños tengan interacciones personales cara a cara con las personas de su entorno, especialmente con sus cuidadores principales, papá y mamá. Para ello, debemos evitar las pantallas en momentos como los paseos en cochecito y la hora de comer.
Como seres sociales, la comunicación verbal, los gestos y las interacciones personales juegan un papel muy importante en el desarrollo de los más pequeños, favoreciendo la adquisición del lenguaje y promoviendo habilidades sociales.