Es conocido que las relaciones entre nuera y suegra no siempre son armoniosas ni sencillas, y el mismo título de "suegra" solemos verlo con tintes negativos (algo así como lo que pasa con el título de "madrastra").
Sin embargo, no todas las suegras son ese personaje del terror con el que muchos bromean. También hay suegras respetuosas y comprensivas, que nos apoyan cuando más lo necesitamos y más que ser una enemiga, se vuelven una aliada.
Pensando en ellas y con motivo del Día Mundial de la Suegra, hoy queremos dedicar un escrito muy especial a esas suegras maravillosas.
Mi experiencia personal
No soy suegra, y me faltan muchos años para (quizás) algún día serlo. Pero sí he sido nuera, y por mi peculiar experiencia personal como mamá divorciada que después volvió a rehacer su vida con una nueva pareja, he tenido la oportunidad de tener no una, sino dos suegras en distintas etapas de mi vida de madre. Esta situación me ha hecho vivir dos experiencias muy diferentes (y no es mi intención compararlas ni decir que una es mejor que otra).
Aunque me considero una persona realista, también me gusta ver el lado positivo de las cosas, y por ello creo que esta experiencia doble me ha ayudado a ser más comprensiva y a valorar y agradecer las cosas buenas.
Porque no todas las suegras son dignas de historias de terror, en nombre de las nueras agradecidas hago este pequeño reconocimiento a esas suegras maravillosas, que se han convertido en abuelas amorosas.
A esas suegras maravillosas
Sabemos que en muchos casos, hay momentos en los que algunas personas desearían no tener suegra, pero en el nuestro no es así. Si hay algo que tenemos que decir, es: gracias.
En primer lugar, porque nos acogieron en su familia cuando comenzamos a formar parte de ella, recibiéndonos con cariño y rechazando esos prejuicios que mucho se repiten sobre las fricciones entre nueras y suegras. Algunas de ustedes, incluso se convirtieron en una segunda madre para muchas de nosotras.
En segundo lugar, queremos agradecerle el haber criado a nuestras parejas con tanto amor y tanta paciencia, porque hoy en día son seres humanos responsables, respetuosos y padres dedicados y amorosos, lo que dice mucho del papel que tuvieron ustedes en su crianza y sus vidas.
Esto nos ha dado compañeros que se involucran de lleno en la crianza y son parejas comprensivas, que saben que la clave para criar a los hijos es el trabajo en equipo.
Queremos agradecerles también, el rol tan importante que tienen en la vida de nuestros hijos: sus nietos. Nada nos hace más felices que saber que ellos cuentan con tantas personas que les aman (y las abuelas guardan un lugar muy especial).
Desde el momento que compartimos la noticia del embarazo, se llenaron de ilusión por la nueva etapa que comenzaría. Y cuando finalmente llegaron nuestros hijos, nos escucharon y respetaron nuestras decisiones, a pesar de que pudiéramos tener opiniones distintas. Porque aunque nos daban consejos, entendían que la decisión final era nuestra.
En resumen: por su dedicación, cariño y entrega, gracias por ser personas increíbles, abuelas amorosas y suegras maravillosas.